“Seré conservador”
Bernal afronta las últimas cinco etapas del Giro con una ventaja de 2:24 sobre Caruso y 3:40 a Carthy, cajón provisional ● La Vuelta figura en su plan de futuro
Después del segundo día de descanso, sin sobresaltos por el virus, hoy regresa la acción al Giro con 193 kilómetros, salida en Canazei, una cota de tercera y dos primeras de entidad: San Valentino (14,8 km al 7,8%) y la durísima meta en alto de Sega di Ala (11,2 km al 9,8%, con rampas del 17%). Y restarán Alpe di Mera, el viernes; Alpe Motta, el sábado; y la contrarreloj de Milán, el domingo. Egan Bernal, la maglia rosa, avisa de que en esta última semana no necesitará grandes alardes, sino regular: “El plan será correr más conservador, pero si me encuentro bien, lo intentaré, me gusta el ciclismo al ataque. Se comprobará día a día, depende de las circunstancias. Tiene que ver con la adrenalina, a veces piensas algo en el bus y luego sales a tope. Pretendo no ceder ni en las montañas ni en la crono, aunque con dos minutos y medio sobre el segundo me siento muy cómodo ahora mismo”.
Damiano Caruso, a 2:24, ocupa esa segunda plaza. Llegó a la carrera como gregario de Mikel Landa y la lesión del alavés le ha liberado y catapultado. Hugh Carthy, tercero, está ya a 3:40. Aleksandr Vlasov, a 4:18; Simon Yates, a 4:20; y Giulio Ciccone, a 4:31, continúan en la pelea por el cajón de Milán, pero lejos del líder. A Bernal sólo le inquietan sus molestias de espalda: “No deseo mentir al respecto, hay momentos en los que me fastidia. Me preocupa cuando eso ocurre. Se trata de la zona del glúteo y de la espalda baja. Hago fisio todos los días, practico ejercicios. Ojalá no llegue un dolor exagerado que me paralice, pienso que aguantaré. Cuando ruedas a full gas, existe mucho más dolor en las piernas que en la espalda”.
Como el Giro parece a su alcance, salvo hecatombe, Bernal también habló del futuro durante su rueda de prensa en la jornada de reposo. El colombiano descarta el Tour y prácticamente los Juegos, pero no la Vuelta: “No estoy seguro sobre acudir o no a Tokio. El Giro es una competición de muchísimo desgaste y la disputo con una lesión, dudo que me convenga. Aunque no lo rechazo, me parece complicado. Sobre el Tour, no. El Ineos tiene ya un equipo fuerte y definido, que se prepara mientras corremos aquí. Prefiero centrarme en la segunda parte de la temporada y fijarme en la Vuelta. Primero, concluir el Giro y saber cómo responde mi cuerpo al cansancio. Después, decidir”. Pese a sus palabras sobre la cita francesa, dentro del Ineos dejan abierta la puerta a su concurso si no termina muy fatigado.
Superior. La clave de sus prestaciones, según su entorno más cercano, reside en que ha recuperado la ilusión y la motivación tras el bofetón que supuso su abandono en el Tour del año pasado, en el que defendía título. “Realizamos mucho trabajo psicológico con él, por eso recuerda tanto que atravesó un bache y disfruta de nuevo de la bici”, explican desde la escuadra británica. Sus adversarios no lo pasan tan bien mientras Bernal se dirige hacia su primer Trofeo Senza Fine. Caruso, el más próximo en la clasificación, reconoce estar “mejor sin Mikel Landa”, su líder hasta que abandonó, y admite la superioridad del rosa: “En cada etapa rindió al máximo, cuando los demás nos conformamos con no perder demasiado tiempo. Poco podemos hacer”.