El Madrid aturde al Granca
Los blancos resuelven con un 24-0 en cinco minutos ● Laprovittola, Tyus y Poirier, a muy buen nivel
Ya lo cantaba Sabina, más o menos: “El partido duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks”. Es decir, poco, mucho menos de lo habitual, porque el Madrid, que acababa de recibir el golpe de los positivos por coronavirus de Abalde y Reyes, mantuvo la concentración y evidenció que, además de estar más fresco, conserva el ritmo competitivo: 103-79, más de cien por quinta vez este curso y siete jugadores con 10 o más tantos. Lució en sus combinaciones ofensivas con un gran Tyus (13 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias) y un Poirier integradísimo (14+11+3), con movimientos nuevos del pívot francés respecto a su etapa en el Baskonia, más propios de un cuatro, y una buena mano.
El pulso estuvo igualado cinco minutos (12-11), cuando Tavares arrancaba con dos canastas tras casi un mes sin jugar (frente a Balcerowski, porque Costello andaba con Tyus) y Carroll sufría en la marca de Okoye, un alero muy físico. Pasado el ecuador del primer cuarto, el Madrid derritió el hielo con un parcial estratosférico de 24-0 en menos de cinco minutos. La bebida se calentó y entró en ebullición. Gran defensa, con Taylor atando en corto a Slaughter, y un inmaculado Laprovittola. Perfecto: 11 puntos y 4 asistencias en el acto inicial. Descerrajó un 2+1 para abrir el parcial y continuó con dos triples y tres asistencias seguidas para Poirier. La brecha se abrió hasta un +25: 36-11 en solo 10:15 con 10 de 12 en tiros de dos, 4 de 5 en triples y 54 de valoración.
Albicy y Shurna reaccionaron, pero al descanso la desventaja no había disminuido (56-30). Llull era ahora el referente ofensivo y Garuba, antes de recibir un fuerte golpe en sus partes y marcharse al vestuario, el que daba el relevo energético a Tyus mientras formaba pareja interior con Poirier.
Así que la segunda parte se abrió con la duda de si la apisonadora volvería a pasar o si el Granca sería capaz de hilvanar una reacción de coraje y mucho acierto. Déjenlo en un tibio maquillaje insular, lo esperado cuando en 48 horas llega el segundo asalto. Los blancos pretenden cerrar la serie por la vía rápida para ahorrarse sustos y esfuerzos. Al Herbalife le queda una bala y quiere gastarla en casa para poder recargar. Eso sí, Fisac debe solucionar el incendio que montó el base francés Albicy en el tercer cuarto, cuando se quedó junto al banquillo enfadadísimo, en principio con un compañero, y no bajó a defender. En el tiempo muerto posterior, Fisac tuvo que hacer un aparte para que se enfriara. En la pista le sustituía Javi López mientras Costello arreglaba el marcador con 23 puntos en los dos últimos cuartos, todos los que anotó, incluidos cinco triples. El clavo ardiendo del Granca ante un líder que ejerce.