Ni goles ni ilusión
Decepcionante. Ya sabemos que esto es como acaba y que en el Mundial de 2010 en Sudáfrica el debut fue palmando ante los suizos y luego mira: Campeones del Mundo. Pero ese equipo tenía más cuajo, más calidad y temple en la toma de decisiones. Y una pegada en la que un tal David Villa se doctoró. Esta España de la heladera (Luis Enrique ha cambiado el andamio por el refrigerador de los polos de fresa) nos despertó una ilusión ingenua en la primera parte, gracias a un repliegue voluntario y obsesivo de los suecos, que nos llevó a consumar una posesión de récord y casi mil pases. ¿Y qué? También ante los rusos en el Mundial de 2018 dimos más de mil pases y quedamos eliminados. El fútbol, como la vida, consiste en encontrar una rendija en el muro enemigo, entrar como un cuchillo jamonero y asestar el golpe de gracia. Si fallas con la espada te quedas en novillero voluntarioso. Pero así no llenas las portadas. Hacen falta héroes y heroicidades. Ni una cosa ni otra... ¿Cómo es posible que Gerard Moreno no saltase al campo hasta el minuto 73?
La Cartuja. No puede ser que por culpa de la pandemia sólo pudiesen acceder al expoestadio sevillano 16.000 aficionados y que al final sólo entrasen 12.517. Esas 3.500 entradas se han debido extraviar entre patrocinadores poco rigurosos en el reparto o vaya usted a saber dónde. No es serio. Mucha gente se quedó en Sevilla sin entrada porque oficialmente estaban agotadas. Esperamos una explicación convincente en las próximas horas...
La encuesta. Los aficionados demostraban a través de la web de AS su deseo de ver un once compacto, con cuatro volantes y dos jugadores en punta. Los más votados eran, horas antes del partido de La Cartuja, Unai Simón; Azpilicueta, Pau Torres,
Laporte, Alba; Marcos Llorente, Rodri, Koke, Thiago; Ferran Torres y Gerard Moreno. Dejaban fuera a Morata, Olmo, Eric García y Pedri, lo que refleja que cuando llega la hora de la verdad el personal prefiere arrancar con gente más experimentada en citas de este calibre. Pues Luis Enrique prefirió dejar fuera a dos campeones de Europa (Azpilicueta de la Champions y Gerard Moreno de la Europa League) y a un jugón como Thiago, que también levantó la Orejona hace un año con la camiseta del Bayern Múnich. El seleccionador sueco debió agradecérselo al asturiano...
Dos años hace. El último partido jugado contra los gigantes de Suecia en territorio español se disputó hace justo dos años y tres días. El 11 de junio de 2019 allí estaba este servidor en un Bernabéu festivo disfrutando con la España del interino Robert Moreno (suplía a Luis Enrique por la desgracia familiar de nuestro seleccionador). 70.000 almas disfrutaron de un partidazo de los nuestros, con goleada incluida. El 3-0 contó con la firma de Sergio Ramos (homenajeado antes del partido por la Federación Española al batir el récord de victorias con La Roja... ¡cómo ha cambiado el cuento!), Morata (metió el penalti que le cedió gentilmente el propio Ramos) y Oyarzabal (su primer gol con la Selección). En el once titular sólo estaba uno de los que repetía ayer: Jordi Alba. En esa noche feliz salieron de inicio Kepa; Carvajal, Ramos, Íñigo Martínez, Alba; Busquets, Parejo, Fabián, Isco; Rodrigo
(ex del Valencia) y Asensio. Dos años después, hemos perdido pegada y calidad. Del 3-0 al 0-0 (¡y eso que nos perdonó Isak!)
Esperanza. Es lo último que se pierde. El sábado ganamos a la Polonia de Lewandowski y nos ponemos en órbita. Pero no sé si lo digo con fe razonada o por simple amor a nuestra querida España. Toquemos madera.