La parábola de Schick
El checo marca desde 49 metros el gol más lejano de la historia de la Eurocopa ● Vaclik, un muro para Escocia
Se escuchó ‘Flor de Escocia” en una Eurocopa 25 años después. Lo hizo en casa, en Glasgow. Solo había 12.000 espectadores en Hampden Park, pero qué gargantas tenían cada uno de ellos. Ese empuje de su gente llevó a los pupilos de Clarke a salir con el cuchillo entre los dientes y a rematar hasta 19 veces a portería. Con su fútbol de siempre, ese vertical que tanto gusta por las islas, y con Robertson de referente. Pero a Escocia la frenó Vaclik y la ejecutó Patrick Schick. Él silencio el estadio, él anotó el que seguro será uno de los goles de la Eurocopa. Quizás el mejor.
Patrick Schick demostró porqué en cinco años se ha pagado un total de 73 millones de euros por él en tres traspasos (Sampdoria, Roma y Bayer Leverkusen). De hecho es el futbolista checo que más dinero ha movido en la historia. Su doblete le coloca junto a Lukaku en lo alto de la tabla de goleadores del torneo.
El primero lo anotó de cabeza, haciendo valer sus 185 centímetros; el segundo desde el centro del campo, teledirigiendo el balón desde su pie hasta la red en una parábola de fuera hacia dentro como si de un dron se tratara. Espectacular. Tanto que, según dato de Mister Chip, nadie en la historia de Mundiales o Eurocopas había marcado desde tan lejos. Schick lo hizo desde 49 metros. Lo dicho, qué golpeo.
El acierto de Schick, que no hizo un hat-trick porque Marshall le sacó tres de sus cinco remates entre palos, dejó en nada el ímpetu escocés, que hicieron méritos para que su afición celebrara mínimo un gol en la vuelta del público en Escocia tras la pandemia. Pero Robertson, Dykes y Nesbit se cruzaron con el pie o la mano de Vaclik y Hendry, con el larguero. Los checos se jugarán asegurarse su pase el viernes contra Croacia; Escocia tiene derbi contra Inglaterra.