Del coronavirus al uno
Jon Rahm supera el virus a tiempo para disputar el US Open con idea de hacer historia y asaltar el trono mundial
Jon Rahm vuelve al principio para entrar en la historia. Esta frase profética puede hacerse realidad este fin de semana en la 121ª edición del US Open, en California. El jugador de Barrika (26 años), que acaba de superar la COVID-19 y llega justo tras salir del confinamiento, tiene una fuerte vinculación con San Diego, el lugar donde se puede decir que comenzó todo en marzo de 2013. Allí ganó el torneo universitario Lamkin Grips
SD Classic bajo la atenta mirada de un Phil Mickelson en pantalones cortos y chanclas que decidió seguir durante unos hoyos a un talento que entrenaba Tim, su hermano y ahora también su caddie. Dos años después, Rahm venció en los Regionales de la NCAA. Después, en la misma ciudad de California, llegó el triunfo en su primer torneo del PGA Tour. Y también en San Diego le pidió matrimonio y se casó con su mujer, Kelley.
Estrecho vínculo que también tiene con el campo sur de Torrey Pines, donde desde hoy se disputa un US Open (Movistar Golf, 20:00 horas) que le puede devolver al número uno del ranking mundial (ahora es tercero) diez meses después. El español (que sale a las 22:36 hora española junto al norteamericano Reed y al australiano Leishman) alcanzará la cúspide si gana su primer major en el campo público californiano y Dustin Johnson es 18º o peor. El reto parece complicado, pero hay datos para el optimismo, ya que Rahm es el mejor jugador del mundo en este campo desde 2017, con un resultado total de -51, cinco golpes mejor que el segundo (Tony Finau, -46), y ha jugado 17 majors en su carrera con un balance de seis top10 y tres top-5.
Sin embargo, la batalla de Rahm será mucho más complicada que vencer al campo de Torrey Pines y a Dustin Johnson, porque enfrente tendrá otros 154 jugadores, con el top-50 al completo, de 26 países, incluyendo a Sergio García y Rafa Cabrera. Uno de ellos será, precisamente, Phil Mickelson, reciente ganador del PGA Championship y que a sus 51 años tiene este torneo como una de sus últimas hazañas por conquistar. “Es una oportunidad única, porque nunca he logrado el US Open. Está en el patio trasero de mi casa. En las últimas semanas apagué todo el ruido de mi alrededor, incluyendo mi teléfono, para poder concentrarme y tratar de jugar lo mejor posible”, afirma El Zurdo, que ejerce de anfitrión al celebrarse en su localidad natal y que ha sido el mentor de Jon desde que aterrizó en el PGA Tour.
Hablar de favoritos cuando se enfrentan los mejores del mundo sería hacer una lista del ranking mundial, pero lo que casi se puede presagiar es que el ganador saldrá de un desempate, al menos si hacemos caso de la estadística, ya que este torneo es el major que más se ha decidido así: 32 veces de 120, un 26,66%. Y la única vez que se jugó en Torrey Pines, en 2008, Tiger Woods derrotó en el playoff a Rocco Mediate con aquel putt histórico embocado por un Tigre casi cojo por una lesión en la rodilla izquierda para forzar el desempate. Historia, como la que puede hacer Rahm el domingo... si cumple el pronóstico, ya que es el principal favorito de las casas de apuestas.
Rahm debe ganar su primer major y que Johnson sea 18º o peor para ser uno
El vizcaíno tiene un gran vínculo con San Diego, donde se disputa el torneo