Canales, resignación y enfado
El club decide no presentar alegaciones por la polémica expulsión del cántabro, que será baja contra el Atlético
El Betis se llevó un punto del Nuevo Mirandilla, pero se dejó allí mucho más. Las sensaciones no fueron buenas en su balance del encuentro ante el Cádiz y la expulsión final de Sergio Canales condiciona la cita del domingo ante el Atlético de Madrid. El cántabro, que se quejó a Mateu Lahoz en el último suspiro del duelo y vio dos amarillas consecutivas, no estará en el esperado envite del Benito Villamarín. Pese a la levedad de sus comentarios, el club verdiblanco decidió no alegar debido a la ausencia de opciones para salvar esa sanción de su futbolista. Hubo enfado, pero también resignación. Ahora, en Heliópolis cruzan los dedos para tratar de encontrar una baza de garantías que pueda suplir al santanderino.
El plan de Pellegrini se vio truncado en el Nuevo Mirandilla. El chileno sumaba semanas respondiendo con tranquilidad acerca de que Canales podía jugar varios partidos seguidos y sostener su buen nivel. La lesión de Fekir exigía más al cántabro. Pero en Cádiz, el plan de su técnico fue darle descanso y usarlo sólo en los últimos minutos en caso de necesidad. Así habría cierto hilo de frescura en el jugador para el choque ante el Atlético del fin de semana. Pero esa doble amarilla final rompió la baraja. De la reserva al caos. En la conversación difundida en el programa El Larguero, Canales pidió a Mateu Lahoz que dejara un minuto más y éste fue claro: “Si me sigues hablando, te expulso”. “Si no puedo hablar, entonces no me preguntes más por temas personales”, aseveró en ese momento el jugador del Betis, que recibió de forma inmediata su segunda tarjeta amarilla. Se trata de la primera expulsión en la carrera del futbolista. En el club hubo enfado y se barajó la opción de alegar, pero finalmente
Revés El jugador recibe la primera tarjeta roja de toda su carrera
Recurso El servicio jurídico considera que no tendría recorrido
se desechó al considerarse desde el departamento jurídico que no habría opciones de lograr algo productivo. El jugador, preguntado al término del entrenamiento de ayer, fue rotundo: “No me metáis en un lío, que no puedo hablar. No puedo decir nada, que es peor”.
Solución. Para Pellegrini, la ausencia de Canales para el choque del domingo es un problema mayúsculo. La recuperación de Nabil Fekir es una incógnita y durante la semana sólo se ejercitó con el grupo de forma parcial. En el club no quieren forzar al francés para evitar una recaída de sus molestias, pero también son conscientes de su importancia en el esquema del técnico chileno. Si Fekir tampoco está en escena, a Pellegrini le falta un plus de liderazgo sobre el césped a nivel creativo y ya busca alternativas a ello.