A Plague Tale: Requiem, un juego de otra época
Excelente aventura que destaca por su mimo con los detalles
Mies Van der Rohe, arquitecto y padre del minimalismo, tenía como lema “menos es más”. Una máxima que los chicos de Asobo Studio han hecho suya en esta segunda parte de A Plague Tale.
A diferencia de la tendencia actual de mundos abiertos con escenarios inmensos y con misiones secundarias que terminan aburriendo por repetitivas, ellos han acotado el campo de acción como en los viejos tiempos, limitando lo que puede hacer el usuario a un rango de acción controlable.
Escenario vivo. Este reduccionismo tiene un primer y gran beneficiado, el escenario. Aquí se ha cuidado hasta lo obsesivo todo lo que aparece en pantalla: paisajes, casas, calles, árboles, animales... Todo está
■ Precio: 49,99¤ Gratis Game Pass
■ PS5, XBS, PC hecho con gran esmero y funciona de la manera que uno espera que lo haga.
Evolución. El juego, al igual que su primera parte, sigue siendo básicamente una aventura de infiltración ambientada en la Edad Media, pero esta es mucho más oscura y realista de lo que suelen mostrar otros juego ambientados en dicho periodo, véase Assassin’s Creed.
Para esta entrega se ha añadido algo más de acción y el usuario puede resolver por la fuerza ciertas situaciones, aunque no suele ser lo más recomendable.
Todo vale. El gran atractivo de Requiem es que el usuario se siente dentro del mundo en el que juega, tiene que experimentar con el entorno y con sus compañeros para encontrar cómo solventar una determinada situación, que a veces tiene distintos caminos.
Su duración es de unas 20 horas y su nivel de dificultad está bien medido para que no sea ni fácil ni un reto imposible.