El Hall of Fame pega el estirón
El Estadio de La Cartuja en Sevilla acoge la segunda ceremonia de ingreso del salón de la fama del baloncesto español, que ya tiene a 37 ‘galardonados’
El Hall of Fame del baloncesto español es un proyecto enorme, una idea a la que otros dieron alguna vuelta con anterioridad, pero que la Federación Española y AS pusieron en marcha en 2019. En noviembre de ese año se reunió un jurado amplio con todos los estamentos de la canasta. La pandemia remó en contra, aunque en octubre de 2021 se celebró la primera ceremonia de ingreso, nacía un club para la historia con una promoción inicial de 18 integrantes. Un club que sigue creciendo con el respaldo de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla y con el desafío de convertirse en gigante para que luzcan en él en un futuro todos los que son y han sido trascendentes en este deporte.
Otra vez Sevilla, en un escenario magnífico como el Estadio de La Cartuja, celebró ayer la segunda fiesta de ingreso en el salón de la fama. Una ceremonia con momentos muy emotivos, conducida por Francisco José Delgado, de la Cadena SER, y por la exjugadora y periodista Marta Fernández, que dio la bienvenida a 19 nuevos miembros en ocho categorías para hacer ya un total de 37 en dos ediciones. El Hall of Fame pega el estirón al ritmo de nuestro baloncesto, campeón de Europa en este 2022 por octava vez en categoría absoluta (cuatro títulos masculinos y otros cuatro femeninos) y a siete semanas de que se cumplan cien años del primer partido jugado en España.
De los 19 ingresos de ayer, 17 son personalidades, 5 de ellas in memoriam, entre ellos el añorado Javier Imbroda y directivos imprescindibles como Raimundo Saporta y Ernesto Segura de Luna, también Pilar Godia, activa en múltiples facetas, y la voz televisiva del país en los primeros 80, la de Héctor Quiroga. Luego lo fue la de Pedro Barthe, feliz anoche con el galardón.
Como hace un año, la ceremonia dio para configurar un equipo de ensueño con la presencia de nueve de los doce héroes de Los Ángeles 84 más un perímetro formado por José Manuel Calderón, Nino Buscató, Elisa Aguilar, Blanca Ares y un Oscar Schmidt como cañonero eterno, el hombre de los 49.737 puntos. A los que hay que añadir dos baluartes interiores colosales: Uliana Semenova, la pívot más decisiva del baloncesto FIBA con 11 Copas de Europa ganadas, diez Eurobasket consecutivos, dos Juegos y tres Mundiales; y Clifford Luyk, para muchos el mejor jugador de siempre del Real Madrid y pieza clave en el despegue del baloncesto patrio. Y en el banquillo, ojo a la pareja Aíto García Reneses y Lolo Sainz, los dos seleccionadores y con pasado exitoso en el Joventut. Más allá, la intervención de ambos en los Madrid-Barça de los 80 contribuyó a la explosión de popularidad del balón naranja. Como no falta de nada, tenemos un médico de lujo, el doctor Jorge Guillén.
Un equipo de leyenda en pleno crecimiento, un trocito de nuestra memoria, del pasado; pero presente ya de manera eterna en nuestro futuro en este rincón vivo de la historia que es el Hall of Fame.