La pareja no funciona
Cuando juegan juntos de inicio, como en Leipzig, el Madrid se resiente. Con Francia, tampoco han logrado cuajar como dupla
El Real Madrid perdió en Alemania su condición de invicto de la peor manera posible, insinuando que si el partido no tiene un premio visible, sale a verlas venir. Y que las rotaciones masivas no le funcionan. Hasta ahora Ancelotti venía mimando con celo las novedades en sus onces y en Leipzig decidió dar un respiro porque la holgura en la Champions se lo permitía. Camavinga, Nacho y Asensio, tres no habituales, de entrada. Pero el equipo, a excepción de dos primeros espadas (Vinicius y Courtois) más Rodrygo, dejó mal a Carletto.
Especialmente preocupante fue un factor, la confirmación de que Camavinga y Tchouameni no acaban (aún) de mezclar como se espera cuando salen de inicio juntos. Ha ocurrido en Leipzig igual que pasó, por ejemplo, en la primera jornada de Liga cuando el Madrid comenzó perdiendo en Almería. Formaron juntos, como en el RB Arena, junto a Kroos. Ancelotti enseguida deshizo esa combinación sustituyendo a Camavinga directamente al descanso de aquel partido...
Mejor les fue a ambos en Vigo, el 1-4 en Balaídos ha sido la vez que mejor han combinado estos dos talentos que, por edad (19 años Camavinga; 22 años Tchouameni) y orígenes parecidos, aparentemente tendrían que cuajar juntos como sí hacen Vinicius y Rodrygo en circunstancias similares. Hay más ejemplos de que algo ocurre (y no es bueno) con ambos franceses cuando comparten titularidad. Contra el RB Leipzig en el Bernabéu, por ejemplo. El Madrid terminó ganando 2-0, pero con 0-0, Camavinga fue el primer cambio en el minuto 64. Lo mismo, el día del Betis.
Camavinga se fue al banquillo en el 63’ (con 1-1) y el Madrid terminó ganando.
Una tónica que alguien achacaría a Ancelotti de no ser porque con Francia ocurre exactamente lo mismo. Deschamps también quiso probar juntas de inicio a sus dos perlas madridistas en el reciente partido contra Dinamarca y aquello terminó como el rosario de la aurora. Camavinga se fue al banquillo al descanso, Les Bleus cayeron por 2-0 y el centrocampista se trajo de vuelta a España un dardo en la espalda lanzado por su propio seleccionador. “Eduardo hizo algunas cosas que no quiero ver”, dijo Deschamps a las claras. Era su oportunidad porque Tchouameni sí goza de la condición de titular pero él no...
Señalado “Eduardo hizo algunas cosas que no quiero ver”, dijo Deschamps
Magullado. De todos los que naufragaron en Leipzig, el que vuelve de Alemania más magullado es precisamente Camavinga. Perdió con asiduidad (12 balones, el que más de la medular) y su imprecisión fue notable (acertó el 88,7% de los pases; Kroos y Tchouameni, el 94%). Mantiene ese aire de que si el escenario no le gusta (ida y vuelta, rock and roll) juega incomodísimo. Para ser titular en este Madrid no basta con jugar aseadamente, hay que echar la puerta abajo, reducirla a astillas.