El Espanyol quiere hurgar en la herida para huir del peligro
Diego Martínez sopesa blindarse
A. M., I. M. / BARCELONA
Con una derrota en seis partidos, aunque a un solo punto de la zona de descenso, visitará el Espanyol el domingo a un Atlético de Madrid que encadena dos derrotas y la eliminación europea. Pero los pericos no quieren ser un chivo expiatorio, el equipo aspirina que tantas veces ha resucitado a rivales, sino más bien un verdugo.
Lo necesita para alejarse de la parte baja de la clasificación.
Para conseguirlo, barrunta Diego Martínez variar sus sistemas más habituales para protegerse de su mayor punto débil, la fragilidad defensiva
(y en portería), y para blindarse de los centros del Atlético, para a partir de la portería a cero encomendarse a un ataque que casi siempre da sus frutos. En lugar del 4-3-3, puede apostar el técnico del Espanyol por un 5-3-2, presumiblemente con Benjamin
Lecomte en la portería, Fernando Calero, Sergi Gómez y Leandro Cabrera como centrales, flanqueados por Óscar Gil y Brian Oliván como carrileros, un mediocampo prácticamente inamovible con Sergi Darder, Vinicius Souza y Edu Expósito, y la pareja en ataque formada por Joselu Mato y Martin Braithwaite.
Fue, curiosamente, el sistema que empleó Vicente Moreno el pasado 17 de abril, cuando aguantó el 1-1 hasta que, con el final ya señalado por el árbitro, el VAR decretó un penalti que significó la victoria rojiblanca, no exenta de polémica, en el minuto 100.
Con ese precedente en la retina, lo que pretende el Espanyol es remontarse algo más en el tiempo para ponerle la puntilla al Atlético de Simeone, como cuando el 6 de mayo de 2018 se convirtió en el primer equipo visitante que se llevaba los tres puntos en Liga en la historia del Metropolitano.
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