Una década del duelo aplazado por sabotaje eléctrico
El partido se jugó al día siguiente
Fue uno de los sabotajes más sonados de la historia de nuestro fútbol, hace justo una década. El Real Madrid visitaba Vallecas un domingo 23 de septiembre y se encontró jugando el partido el día siguiente, un lunes como hoy. El motivo fue el corte de los cables de iluminación que alimentaban 50 focos y que dejaron medio estadio a oscuras. De hecho se intentó arreglar a la desesperada el suministro eléctrico pero según pasaban los minutos y el nerviosismo se apoderaba del Rayo, el colegiado Fernández Borbalán decidió el retrasar el partido un día.
Un incidente que generó una intensa polémica en Vallecas porque fue, a juicio del club rayista, premeditado. “Ha sido un sabotaje, unos vándalos han cortado los cables”, explicó el presidente franjirrojo
Raúl Martín Presa. “Sólo pudieron hacerlo escalando, porque están en la cubierta, un acceso difícil. Fue un atentado contra nuestro estadio”.
En el recinto había estado la por entonces delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y el club permitió al día siguiente una minuciosa intervención de la Policía Científica para analizar las vías de entrada y tomar incluso huellas de los cuadros eléctricos dañados. La policía llegó a investigar a exempleados descontentos. Y Bukaneros, el grupo ultra del Rayo, emitió un comunicado desmarcándose. En marzo de 2013 fueron detenidos trece aficionados por su presunta implicación, pero el caso fue desestimado en instancias judiciales por falta de pruebas. A día de hoy no se ha identificado al autor o autores.
Incógnita Nunca se logró determinar el autor del corte del cableado