Ejercicio de resistencia
La Real salva un punto pese a jugar con diez desde el minuto 17 ● El Valencia, incapaz de generar peligro
Real y Valencia se repartieron los puntos en el Reale Arena en un partido que finalizó con empate (1-1), y que tuvo en una jugada la clave de lo que sucedió al final. En el minuto 17, Elustondo fue expulsado por juego brusco y grave a instancias del VAR, y, por tanto, los donostiarras se vieron obligados a jugar más de una hora con un jugador menos. Para entonces, ya ganaban por 1-0 con gol en propia puerta de Guillamón, después de diez minutos soberbios. Pero eso se vino abajo en una jugada discutible. Permitió al Valencia jugar a lo que no esperaba, a tener el balón y dominar el partido, o intentarlo al menos.
Empató pronto Lino, el jugador del partido, porque fue quien también provocó la expulsión de Aritz. Pero poco más hizo el equipo che en ataque. Le faltaron ideas a pesar de jugar en superioridad, y no pudo con un grupo épico, que con muchas bajas y agotado físicamente aguantó con una lección de esfuerzo y trabajo que tuvo hasta algo de poético para sumar un punto muy valioso. E incluso pudo ser algo más, porque las mejores ocasiones curiosamente las tuvieron los txuri-urdin. Un punto sumó la Real, pero sabe como tres. Un punto sumó el Valencia, pero tiene que saberle a poco, porque expuso muy poco jugando con más armas. El Reale Arena terminó con un empate con lecturas muy diferentes.
El partido comenzó con el guion esperado. Sin sobresaltos. Sin sorpresas. La Real, lanzada hacia la victoria, a intentar romper su mala racha por la vía rápida. Y el Valencia, fiel al estilo de su entrenador, Gattuso, a esperar bien replegado, con un alto nivel de intensidad para impedir que los donostiarras llegaran a los dominios de Mamardashvili con peligro. Uno quería jugar; otro, evitarlo. Arriba, Kluivert y Lino esperaban para salir a la contra con velocidad. El problema es cuando no tienes la pelota, porque el otro equipo te la quita y monopoliza la posesión. Fue una lucha entre dos estilos contrapuestos, que llegaban en rachas de derrotas similares. Guillamón, en su ciudad de nacimiento, anotó en propia puerta en el suspiro inicial e igualó Lino. Lo demás, un ejercicio de resistencia local.
Guillamón El pivote marca en propia puerta en los primeros compases y Lino iguala