Cuando Misa es la mejor...
La distancia existe, sí. Y aún es una distancia abismal. El Real Madrid, que hoy en día es uno de los mejores equipos de la Liga F, sigue muy lejos de un Barcelona que no encuentra rival en la competición española. Parece complicado que las azulgrana no vuelvan a llevarse el triplete nacional (Liga, Copa de la Reina y Supercopa) salvo una hecatombe en un partido de eliminatoria. Porque hoy en día este Barça está un par de escalones por encima del resto.
El Di Stéfano se llenó en la primera gran fiesta del fútbol femenino en el templo madridista. Había esperanzas, pero se disiparon en apenas cuatro minutos. Y eso que Misa evitó una auténtica goleada. La portera canaria, como en los últimos ocho enfrentamientos directos, fue la mejor las blancas y eso lo dice todo el partido. Apenas se vieron a las Weir, Athenea, Esther o Zornoza, la única que estuvo cerca de marcar en las blancas. Giráldez llegaba sin tres de sus pilares: Alexia, Hansen y Mariona. Pero este Barça aún es mucho Barça...
El Real Madrid compitió por momentos. Sin embargo, los goles llegaron cuando más duele. Tantos todos psicológicos: nada más empezar, justo antes del descanso y al regresar del vestuario. Tres mazazos que hicieron temblar a una defensa que nunca pareció segura. Nueve ocasiones de las azulgrana por solo una de las blancas. El Clásico hoy en día solo tiene un color, el azulgrana. Normal. Son años de ventaja del Barça, que en los últimos años ha demostrado estar entre los mejores equipos del mundo. El Madrid aún tiene un largo camino por recorrer, pero va en la dirección correcta.