Valverde se divierte
El español de 42 años acaba cuarto en Saitama tras liderar un ataque. Philipsen se impone a Vingegaard
Tres años de espera eran demasiados para el ferviente público japonés, que tras el estallido de la pandemia no había vuelto a disfrutar de los mejores corredores del planeta. De este modo, se celebró la octava edición del Criterium de Saitama, y el triunfo fue para el belga Jasper Philipsen (24 años). El del Alpecin se impuso en las inmediaciones del Saitama Arena tras ser el más fuerte en un esprint reducido por delante de Jonas Vingegaard, que lució su maillot amarillo conquistado en el pasado Tour de Francia, y Geraint Thomas.
Cuarto fue Alejandro Valverde (42 años), que llegó a atacar formando una bonita escapada con Nibali, ambos retirados este año. En cada paso por el interior del Saitama Arena (un total de 17 en un circuito de 3,5 km), los aficionados japoneses rompían a aplaudir, al igual que los que se encontraban fueran del pabellón. Saitama era una fiesta y los corredores disfrutaban sobre la bicicleta: el
alemán Geschke, con el maillot de lunares de la montaña, también se impuso en Japón en esta categoría. La regularidad fue para Cavendish por los puntos sumados en los esprints intermedios, mientras que el Movistar fue el mejor equipo.
Fue una jornada de celebración, para muchos el punto final, pese a que no sea competición oficial, de sus carreras, como Valverde y Nibali, que ya compitieron por última vez en Lombardía, y el cierre de temporada para otros, como Vingegaard. Eso sí, al Bala, incansable, le queda todavía un viaje a Costa Rica en noviembre para participar en el Giro de Rigo. Está alargando su adiós definitivo. “Quiero dar las gracias a todo el público y a los aficionados que tan bien nos trataron en nuestras visitas a Japón. Ojalá regrese, no ya como corredor, pero sí como turista para conocer más vuestro país”, decía Valverde en el podio tras recibir un homenaje junto a Nibali. El Tiburón también es muy querido por los nipones, pero sin duda fue el Bala de los que más se divirtió.
El del Movistar bailaba al ritmo de la música en el Saitama Arena (que durante el fin de semana acogió dos conciertos del grupo Guns N’Roses) antes de subir al podio, mientras Mas le colocaba la braga del cuello. Acompañado de su esposa, Natalia, lo pasó en grande. “¡Venga, que se me derrite el helado!”, bromeaba con un aficionado que le pidió una foto y al que Valverde colocó entre Nibali y él para hacérsela con ambos, ya que era seguidor de los dos... El fan, casi avergonzado, no daba crédito. “¡No pasa nada!”, le decía Alejandro. Disfrutó e hizo disfrutar. Ahora los japoneses confían en que el próximo año tengan de vuelta en su territorio a las estrellas del Tour.
Alejandro “Gracias al público que tan bien nos ha tratado en las visitas a Japón”