Caos verdiblanco en la despedida de Marcelo Gallardo
El técnico dice adiós a River Plate
El Betis recibió un duro correctivo en su primer amistoso de su particular pretemporada. Fue un invitado de honor en la fiesta de River Plate, que despidió al ídolo Marcelo Gallardo como entrenador de la forma más deseada por la afición presente en Mendoza. Los de Pellegrini fueron testigos de una demostración de eficacia que se convirtió pronto en una fiesta local. Los catorce títulos del Muñeco en ocho años merecían quizás este epílogo tan indeseado por parte del Betis.
El duelo comenzó tan vibrante como descontrolado. Tiró River de ímpetu tras el despliegue de homenajes y pecó el Betis de apuntarse a ese ida y vuelta que tenía demasiadas papeletas de no favorecerle. Nadie tomó los mandos, pero el equipo verdiblanco encontró pronto un espacio que a punto estuvo de aprovechar Borja Iglesias. Más efectivo resultó el fútbol vertical del cuadro argentino, que lanzó al área un balón que encontró el despeje fallido de Montoya para que desde fuera el área Zuculini enganchara un disparo perfecto que resultó letal. El Betis quiso entonces más mandos. Los tomó por momentos, aunque su medular se derretía sin apenas sostén. Se aprovechó de eso River, que encontró la luz por la banda derecha con la penetración de Herrera para que éste sirviera al área y Zuculini apareciera de nuevo. Una oda a la eficiencia.
Letal. Reaccionó con mejor juego el Betis tras el descanso, pero erró en ataque y volvió a evidenciar carencias en defensa. Miguel Borja y Beltrán sentenciaron a la contra lo que ya era una fiesta del estadio Malvinas Argentinas para despedir a su técnico con el Betis como invitado de excepción.