Sueños de subcampeón
Croacia, segunda en Rusia, ante una Marruecos que casi sorprendió a España
Marruecos y Croacia comienzan esta mañana en Al Bayt (11:00h de España) a reescribir la historia de dos outsiders, que llegan a este Mundial después de haberse acercado en Rusia a sus respectivas epopeyas.
Los norteafricanos anduvieron cerca de clasificarse para octavos en el grupo que compartían con España y Portugal.
Los balcánicos, gran revelación de entonces, alcanzaron una final donde Francia les dejó con la miel en los labios. (Casi) todos fuimos croatas en 2018.
Y muchos lo volveremos a ser. Entre los gladiadores de aquella vieja guardia (Lovren, Vida Brozovic, Perisic, Vlasic, Rebic, el seleccionador Zlatko Dalic...) que repiten destaca Luka Modric, capitán de un elenco que echa de menos a su otro gran comandante, el sevillista Ivan Rakitic. Una Croacia en la que han crecido futbolistas como Gvardiol, considerado ya uno de los mejores centrales de Europa, y en la que asoman nuevos valores como los laterales
Stanisic (Bayern) o Borna Sosa (Stuttgart).
La gran estrella de Marruecos juega en el Chelsea, se llama Hakim Ziyech y hasta hace unos pocos meses parecía fuera de este Mundial por sus diferencias con el anterior seleccionador, Vahid Halilhodzic. En agosto, Ziyech ganó el pulso, Halilhodzic tuvo que marcharse y Wahid Regragui tomó las riendas de un equipo que mantiene sus otras fortalezas en la portería, con el Zamora del Sevilla Yassine Bono, y en unos laterales repletos de potencia y glamour: Achraf, que vuela en el PSG, y Mazraoui, del Bayern. Ambos suelen desenvolverse por la derecha, pero es habitual que Regragui intente aprovechar la vertiginosa velocidad de ambos colocando a Achraf a pierna cambiada, en la izquierda.
Desde que cayera contra España (5-3) en la prórroga de octavos de la pasada Eurocopa, Croacia sólo ha perdido un partido de los últimos 16, excelente racha que le ha metido en la Final Four de la Liga de Naciones. Pero no admite confianzas contra esta Marruecos.