Musa toca el cielo
El bosnio lanza al Madrid con su récord de puntos (28) y de valoración (32) ● El Valencia llega vivo al último cuarto
La noticia previa al salto inicial era un mazazo para el Valencia Basket, nos referimos a la baja de Chris Jones. Lo que vino después, el aluvión de baloncesto merengue, también resultó duro para la escuadra taronja. Así que era fácil pensar que los de Mumbrú se soltarían de la cuerda… Y, sin embargo, alcanzaron el minuto final más vivos que nunca (71-74, ¡grande Van Rossom!) pese a haber viajado varias veces 16 abajo, la última poco antes de concluir el tercer periodo: 43-59. Al Madrid le acompañó la irregularidad, algo difícil de eliminar con la exigencia y el calendario actual, pero también dejó ráfagas fantásticas de juego y tuvo a un Dzanan Musa por momentos sublime, que tocó el cielo de Valencia para batir sus registros en la Euroliga: 28 puntos y 32 de valoración. A su lado, Deck ejerciendo de rescatador en el barro (16+10 rebotes) y Tavares repartiendo 6 pases de canasta, récord personal.
No hubo que salir de la primera parte para ver el contraste más puro (o impuro) en el juego del Madrid. De un equipo que volaba (19-35) con intimidación atrás, rebote, velocidad, canastas fáciles en carrera o tras circulación con los pívots siempre en la mirilla, a otro que se atascó en el segundo cuarto (31-39). La rotación marcó el cambio, de planear con Musa y Deck en las alas más la superioridad de Tavares por dentro y el acierto de Cornelie, a solo caminar con cinco jugadores diferentes. Bien atrás, eso sí (tres grandes defensas de Ndiaye), aunque sin clarividencia ni puntería. Incluso cuando volvieron Musa, Deck (esta vez de cuatro) y Tavares, la deriva ofensiva se mantuvo: hubo una sucesión de tiros marrados que sorprendió.
Tuvo mérito el Valencia por aguantar el chaparrón del comienzo, seguir agarrado en el segundo acto y no soltarse en el tercero, donde la diferencia volvió a tocar los 16 (43-59) tras otro repunte visitante. Fintó la reacción en el arranque del último periodo (51-59) y casi alcanzó a zancadillear a su rival cuando daba la bienvenida al minuto final: 71-74 con el quinto triple de Van Rossom. No hubo remontada, hubiera necesitado aún más recursos: Dubljevic trató de alejar a Tavares de la zona, Harper forzó seis faltas y Claver fue un factor atrás: 5 recuperaciones y +10 con él en pista.
Cuando el Madrid se abarranca, Deck es un pilar fiable. Y el Real recurrió a su comodín de lujo para salvar el cuello. A Gaby y a Musa. Muy decisivo el bosnio con dos grandes entradas y un robo para despejar el peligro en los últimos 80 segundos. Cuarta victoria seguida en Europa.