El Barcelona se reivindica
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El Partizán era un mal rival para resarcirse, pero también uno bueno para reivindicarse. Y eso es lo que hizo el Barça en su cómoda victoria ante los serbios. Tanteó en la primera parte, mató en la segunda, con un Laprovittola para el que se acaban los adjetivos. Empezó poco participativo, siguió dando un recital de asistencias y acabó, como siempre, anotando de cualquier forma y desde cualquier lugar. Y ante el Partizán no estuvo solo. Da Silva fue un gigante en el rebote, Satoransky y Kalinic aportaron como se supone que deben y, en general, el Barça jugó como un bloque compacto. A Punter y Exum aún les esperan en el Palau y solo Nunnally primero y Andjusic después evitaron un marcador de escándalo.
Los primeros minutos fueron de tanteo, el primer cuarto igualado. El Partizán se defendió mucho mejor en estático que en transición, mientras que en ataque fueron
superiores cuando encontraron acciones de uno contra uno: Nunnally penetró con pasmosa facilidad. No por desidia de los azulgranas, quizás sí un punto de blandura, sino por su talento. Satoransky, que jugó el cuarto entero, fue el mejor culé (17-21).
Sin el habitual recital de Laprovittola, sí dio muestras de su increíble talento, el Barça vivió de la defensa. Tal y como le gusta a su entrenador, tal y como se ganan los partidos. Más que notable fue el
segundo cuarto de Da Silva, enorme en el rebote, clave para dejar a Partizán en un puntaje bajo (39-32).
El esfuerzo de Andjusic mantuvo vivo a los serbios (54-40) en el mejor momento del Barça. Tras el descanso, cuando se hundieron contra la Penya, los azulgranas mostraron su mejor cara. Versátiles, con recursos y fuerte en defensa. Una versión muy difícil de batir, pues a un buen juego colectivo se sumó la inspiración de Laprovittola. Esta vez
no solo anotando, sino también pasando a sus compañeros. Doblando a los serbios en asistencias y rebotes, el partido estaba ya muy encarrilado (64-49).
Andjusic siguió con su particular festival en el último cuarto (23 puntos en la segunda parte), acercando a su equipo, pero sin llegar a inquietar demasiado al Barça. No mataron el partido los de Jasikevicius, pero tampoco sufrieron. Reapareció Kuric, una gran noticia, metiendo un triple.