Marruecos la sensación del Mundial
La acertada captación de 15 nacionalizados, entre ellos Achraf, ha sido clave ● Regragui recuperó a los ‘vetados’ Mazraoui y Ziyech
En el estadio Al Thumama, en todos los lugares de Qatar con un televisor encendido, en el mundo entero y en especial en Marruecos se vivió la victoria de la selección marroquí con una alegría especial. El histórico 2-0 sobre Bélgica conduce a los de Regragui, prácticamente, a los octavos de final.
Mucho se tienen que torcer las cosas en el último encuentro para no lograr un objetivo que parecía difícil al empezar el Mundial. Marruecos juega ante la eliminada Canadá y en el otro duelo Croacia y Bélgica se ven las caras en un encuentro tremendo. Con un empate, e incluso con una derrota, los norteafricanos superarán la primera fase.
La transformación de Marruecos en los últimos meses ha sido total. La Federación decidió prescindir tras la última Copa de África del anterior seleccionador, el balcánico Halihodzic, y dio las riendas del equipo al exfutbolista Regragui. Con él se zanjaron los vetos que existían por parte del seleccionador previo a varios de los pesos pesados, en especial a las estrellas mediáticas Mazraoui y Ziyech.
Dos jugadores fundamentales, lateral derecho del Bayern y extremo del Chelsea, sin ir más lejos, que le han dado una cuota de experiencia y de calidad mayor al equipo. El crecimiento en el plano internacional de otros como Aguerd (West Ham), Ounahi (Angers) y Amallah (Standard) ha completado un plantel con experiencia, especialmente en Achraf (PSG), Saiss (Besiktas), Amrabat (Feyenoord), Boufal (Angers) y En Nesiry (Sevilla).
El triunfo de Marruecos también reside en la apuesta de la Federación por captar jugadores con raíces marroquíes pero nacidos en otros países. En total, 15 de los 26 nacieron en diferentes naciones, entre ellos dos en España: Munir Mohamedi y Achraf Hakimi.
La Roja. El exlateral madridista refleja bien lo que ha supuesto el boom marroquí, siendo titular en un grande de Europa como el PSG. A pesar de que fue tentado en numerosas ocasiones para jugar con España coincidiendo con su época en las categorías inferiores del Madrid, escogió hacerlo con Marruecos y el tiempo le ha dado la razón.
El caso del portero Munir es bien distinto. Nació en Melilla, explotó como jugador en el Ceuta y luego fue pasando por varios clubes (Numancia, Málaga) hasta captar la atención de Marruecos. Ahora milita en el Al Wehda de Arabia Saudí.
En cualquier caso, Francia, Países Bajos y Bélgica son mayoría en esta aportación de nacionalizados. Precisamente por eso, el choque ante los belgas se vivió con una emoción especial. Cuatro de sus futbolistas (Amallah, Chair, El Khannous y Zaroury) nacieron en Bélgica. Los dos últimos, de hecho, jugaron en las categorías inferiores belgas, pero a la hora de la verdad decidieron representar al país de sus padres.
Un pequeño triunfo para la federación marroquí respecto a la belga. Aunque se registraron incidentes en Bruselas, la fiesta en los barrios con ascendencia marroquí fue total. Después de años amagando con algo grande, Marruecos por fin se destapa en Qatar. Los octavos de final le esperan. La revelación del Mundial.
Octavos de final Un empate y hasta una derrota mínima contra Canadá le vale para pasar
Triunfo especial Cuatro futbolistas nacieron en Bélgica y dos jugaron en sus inferiores