Ciccone se cuela en la fiesta
El italiano brilla en un esprint a tres bandas con Roglic, líder, y Evenepoel, antes de otra jornada montañosa
Era tan solo el segundo día de esta Volta a Catalunya, “una de las ediciones más duras de siempre”, como apuntaban varios equipos en la previa, y ya era el turno para el primer final en alto. Se trataba de Vallter, una de las ascensiones más clásicas de la ronda catalana, y en ella inscribe su nombre el italiano Giulio Ciccone, que en un esprint a tres bandas junto a los dos corredores más destacados de la carrera, Evenepoel y Roglic, pudo imponerse en la estación de esquí.
Es su segundo triunfo en la presente campaña, el noveno de su carrera, y esta vez no pudo hacer su clásica celebración de lanzar las gafas al público al cruzar la meta. Con dos de los mejores del mundo al lado, era un lujo que no se podía permitir. Además, se pudo comprobar los corredores que no lucharán por la general: Carapaz, Bernal, Urán... Eran 165 los kilómetros que separaban Mataró y Vallter, con el citado final, pero también dos ascensiones más: el Alt de Can Bordoi (3º) y el Coll de Coubet (1º). El Jumbo, al tener a Roglic como líder de la carrera, fue el encargado de controlar durante gran parte de la jornada, especialmente hasta el arranque de la ascensión final.
La fuga del día estuvo por ocho corredores, entre ellos los españoles Amezqueta (Caja Rural), Galván (Kern Pharma) y Azparren (Euskaltel). Llegaron a tener casi cinco minutos de renta, y en la subida final (de 15,1 km) todos fueron neutralizados, casi de uno en uno. Para entonces, ilustres como Egan Bernal o Richard Carapaz ya empezaban a perder contactos con los favoritos, señal de que no lucharán por acabar en lo más alto y, como mucho, podrán optar a etapas, que no es poca cosa. Almeida, con un problema mecánico, tuvo que ir a remolque y remontar ayudado por un Adam Yates que reinó en Vallter las dos últimas veces.
Se esperaba un ataque entre los favoritos, y el que abrió la veda fue Esteban Chaves. Luciendo el maillot de campeón de Colombia, Chavito agitó el avispero. Por detrás, el Bahrain era el que endurecía el ritmo, señal de que Landa lo intentaría. Y lo probó. Con Chaves atrapado, quedaban dos kilómetros cuando Mikel soltó su ataque agarrado desde abajo en el manillar. Evenepoel, Ciccone y Roglic salieron bien a su rueda... y después llegó el contraataque de Remco.
Landa no pudo aguantar, al contrario que Roglic y Ciccone que, sin dar relevos, se marcharon hacia meta con el belga. En un final en el que Roglic no suele fallar, esta vez fue un gran Ciccone el que mandó y dedicó la etapa a su compañero Cataldo, en el hospital tras caerse en la primera etapa. Hoy, nueva jornada montañosa, con la Creueta y La Molina, que será meta, prácticamente sin respiro.
Dureza Corredores como Bernal y Carapaz se despiden de la lucha por la general