El Athletic como referente de respeto
En medio de esta tormenta de VAR y cólera se me ocurre volver la mirada al Athletic, decano de nuestros clubes grandes, en busca de sosiego y lo encuentro. Parece que las pasiones que arrebatan en tantos otros lugares no hacen carne allí. Firme en su idea de jugar siempre y sólo con gente criada en la tierra, parece trasladar esa estabilidad a su forma en general de estar en el fútbol. Supongo que también al Athletic le molesta que haya habido un Negreira, supongo que Valverde también se habrá tenido que aguantar las ganas de soltar un exabrupto después de un arbitraje desafortunado, pero en medio de este paisaje crispado el club bilbaíno destaca por su quietud.*
El Athletic elige esa forma de estar en el fútbol, un poco en ese tipo de carácter vasco que tan bien podemos identificar en Iribar. Que yo recuerde, desde que sigo el fútbol sólo se les ha escapado un gallo, allá por los ochenta, cuando aquel choque entre Clemente y Sarabia. Por lo demás, sosiego, buenas maneras, trabajo por dentro y a tirar para adelante con lo que vaya saliendo. Fichajes deslumbrantes no hay, no puede haberlos; sólo algunas salidas no deseadas pueden alterar la calma, como fueron los casos de Javi Martínez y Llorente. Pero son heridas que curan enseguida, sin hacer de ellas un problema de todos, como pasa con otros.
Está en Primera desde siempre, como el Madrid y el Barça, sólo que con la feliz distinción de servirse sólo de jugadores de la tierra. El Atlético, el Valencia, el Sevilla, el Betis, el Espanyol, el Zaragoza y tantos otros clubes de dimensiones parecidas o en algún caso superiores a las suyas no pueden decir lo mismo, por más que intenten comprar todo lo que puedan por ahí. La fórmula Athletic funciona, el talante del club aporta calma en el loquinario nacional y su querido San Mamés es un referente de seriedad. Allí habrá esta noche un partidazo entre los dos reyes de copas, un contraste entre dos maneras de estar en el fútbol.
La fórmula Athletic funciona, el talante del club aporta calma en el loquinario nacional”