800 LIBRE QUADARELLA SUPLANTA A LEDECKY

No sabía que estaba luchando por el oro”. Lo afirma Hugo González, quien se quedó a dos centésimas de Hunter Armstrong, su compañero de equipo (los Golden Bears) en California, y que había invertido 25.53 segundos en trazar como líder la primera mitad de unos 100 metros espalda que jamás olvidará. Ni él, ni la natación española, que desempolva su libro de las grandes gestas.

Porque la plata del mallorquín es la primera medalla en unos Mundiales desde el triplete de Mireia Belmonte en Budapest 2017. Y la primera en 5.309 días de un nadador masculino, desde el bronce de Rafa Muñoz en 100 mariposa, el 1 de agosto de 2009, en unos Mundiales en los que Aschwin Wildeboer ya había subido al tercer cajón del podio en los 100 espalda, precisamente. Y ya habría que recorrer tres décadas para hallar la anterior plata, Martín López Zubero en Roma 1994, también en espalda, pero en el doble hectómetro.

Se convierten los 52.70 que le han valido la plata mundial a Hugo en su mejor marca personal y en un increíble estímulo, aun en ausencia en Doha de titanes como Ryan Murphy, para acometer los Juegos. Está clasificado en esta prueba (en la que fue sexto en Tokio 2020), en los 200 espalda y en 200 estilos, esta última que hoy justamente tiene previsto abordar en el Aspire Dome y que le reportó el oro europeo en Budapest 2021, hasta ayer el mayor éxito de su carrera. “Ha sido una sorpresa quedar subcampeón del mundo”, remachaba ni corto ni perezoso, en declaraciones a la Real Federación Española de Natación.

Como ya hizo en Gwangju 2019, cuando la americana se ausentó de la prueba por asuntos médicos, Simona Quadarella aprovechó ayer la ausencia de Katie Ledecky para quitarle un oro en los 800 metros libre que se ha colgado en cinco ocasiones, siempre que lo ha competido desde los Mundiales de Barcelona 2013.

Garach, a París. La medalla de Hugo fue la gran alegría de la jornada para España, pero no la única. Por la mañana, Carlos Garach había conseguido la mínima olímpica en 800 libre tras nadar en 7:50.56.

La cruz en ese sentido la protagonizó Arbidel González, que con 1:56.77 en los 200 mariposa se quedó a un segundo del tiempo para ir a París.