Hugo va a por otra
El español, subcampeón en 100 espalda, se mete en los 200 con el segundo mejor tiempo
De no haber contado ya con la mínima olímpica para los 200 metros espalda, que obtuvo el pasado verano en Fukuoka, Hugo González la habría logrado ayer. En los Mundiales de Doha, el nadador español está demostrando ser uno de los mejores espaldistas del mundo. No es un decir, puesto que ya se colgó la plata en los 100 de la especialidad, se dosificó en unos 200 estilos que de ser por él no hubiera nadado y ahora, en los 200 espalda, accede a la final con el segundo mejor tiempo, tanto de las semifinales como de su carrera: 1:56.38. “Voy a intentar mejorarlo”, apostilla.
En su serie, y nadando por la siempre correosa calle 1 (con pocas referencias), comenzó el mallorquín a un ritmo algo bajo, como es habitual en él de menos a más, pasando sexto por los primeros 50 metros (27.66) y cuarto por el ecuador (57.06). Pero a partir de ahí abandonó la relajación que también había mostrado por la mañana, cuando se metió en las semifinales con el decimocuarto mejor tiempo, y tiró para situarse ya líder a falta de una piscina (01:26.88), lo que mantuvo hasta el final, por delante de Roman Mityukov, el bronce de los pasados Mundiales, y de Kai van Westering.
Y, curiosamente, igual que sucedió con su compañero de equipo Hunter Armstrong en los 100 espalda, se las verá Hugo con otro estadounidense, Jack Ains, en el carril de al lado durante la final de estos 200, que se disputará esta tarde a las 17:59. De repetirse las posiciones de las semifinales, Hugo González se convertiría en el primer español que se cuelga dos medallas en unos mismos Mundiales desde las tres de Mireia
Belmonte en Budapest 2017, y en hombres desde Rafa Muñoz en Roma 2019.
Coll, noveno. Quien no se metió en la final, a no ser que alguno de los clasificados se resfríe en las próximas horas, fue un Carles Coll que había accedido con el decimosexto mejor tiempo a las semifinales del 200 braza y que ahí se aupó hasta la novena posición, con una marca de 2:12.72 que, sin embargo, no le sirve de mínima olímpica.
Tampoco la obtuvieron las otras dos españolas en competición ayer, ambas de tan sólo 16 años y que en ambos casos pasaron de la criba de las series. María Daza terminó decimosexta en los 100 metros libre (55.49), la misma posición que Nayara Pineda, nacida en 2008, en los 200 braza. La buena noticia en natación femenina llegó sin competir, ya que el relevo 4x200 libre irá a los Juegos (si tiene quien lo nade), ya que tras Doha sigue entre los 16 mejores del mundo.