AS (Baleares)

Y la Liga se despierta

El equipo de Ancelotti manda al principio y se atasca luego ● De Tomás marca su primer gol en la Liga ● Carvajal, expulsado

- REPORTAJE GRÁFICO JAVIER GANDUL Y JESÚS A. ORIHUELA

fuera, presión, nervio y remate. El gol había provocado una indigestió­n inesperada a un Madrid con Modric.

Es un clásico del fútbol: no hay consenso sobre cuándo llega el final de una leyenda. El futbolista y el país aún no divisan la cuesta abajo, el club sí. Está ocurriendo con Modric, al que Ancelotti ha retirado hace tiempo de los partidos premium. Se diría incluso que si no le pone más a los postres de muchos encuentros es por no ofender su carrera y su palmarés. No estuvo por debajo del equipo, que ya es decir si se mira la clasificac­ión. Resistirá hasta el final para no ser licenciado, aunque sea con honores.

El Madrid se marchó al descanso tratando de explicarse el súbito cambio de clima. El Rayo, celebrándo­lo. De hecho, tuvo Álvaro García el segundo tanto, con un disparo sin demasiado ángulo que no despistó a Lunin. Al utrerano le debe el Rayo buena parte de ese colchón que aún le separa de la zona radiactiva. A Lucas Vázquez se le hizo larga la sobremesa frente a él.

Las primeras tomas de la segunda mitad fueron representa­tivas. Jaimitada corregida de Tchouameni ante Álvaro García y zapatazo de 40 metros alto de Espino sin dar explicacio­nes. Un Madrid distraído y un Rayo crecido.

Al equipo de Ancelotti se le había hecho pequeño el campo. Para encontrar espacios en feudo rayista habrá que esperar a ese nuevo estadio que se quiere en el palco y se rechaza en la grada. En un partido menos alegre, con menos Fran García y menos Vinicius, le costó un mundo progresar, pero poco a poco fue aculando al Rayo en su área. Dimitrievs­ki, héroe en la ida en el Bernabéu, le quitó un gol a Joselu, que cuerpeando le había sacado ventaja a Aridane.

El Madrid retomó el mando de los primeros minutos pero desde una estrategia más penosa, ganando terreno palmo a palmo a base de combinar, a veces con un tráfico de hora punta en el centro del campo. En cierto modo, era una pelea más natural, más esperada. Los cambios de Íñigo Pérez fueron para oxigenar, pieza por pieza para ganar piernas. Lo de Ancelotti buscaron alborotar, con Kroos y Modric, últimament­e incompatib­les, y Rodrygo. El plan de movilidad no funcionó. El Madrid tocó mucho y creó poco. Lo mejor de la recta final fue un golpe franco lanzado por Kroos. Lo peor, la roja en el descuento a Carvajal, por un calentón. Y el Rayo, que metió dos puntas al final (Falcao y Camello), más para atorar la salida del rival que para rematar la faena, resistió sin demasiados agobios. Aquella Liga que se fue hace una semana reapareció en Vallecas.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain