Bautista ya es una amenaza
El español roza la victoria tras un duelo con Lowes
Si hay algo que ha sabido hacer Bautista en Pillip Island, es cumplir con su palabra. El español hizo referencia a las dos oportunidades que le brindaba el domingo para reencontrarse con su máximo nivel y después de lo que se vio, la conclusión es que este muerto está muy vivo. El español se exhibió durante una segunda carrera caótica y, aunque el triunfo fue para Alex Lowes, el mensaje más relevante es que el rival a batir, ya es una amenaza real para toda la parrilla de SBK.
Precisamente el británico fue quien arrancó desde la pole tras su triunfo en la Superpole Race. Fue un domingo perfecto para el de Kawasaki con doblete de victorias, pero en la salida no destacó tanto. Locatelli y Bautista le superaron y el español empezó a tirar con el objetivo de que el italiano de Yamaha no hiciese una escapada en solitario. Por detrás, Razgatlioglu tuvo que abandonar por una aparente rotura de motor en su BMW.
Bautista atacó a Locatelli y cogió el mando de una carrera donde estaba a punto de reinar el caos. Rea sufrió una grave caída que obligó a detener la prueba y después de retirarle en camilla, consciente, regresaba al box aparentemente sin lesiones graves.
Reanudación. La carrera se reemprendería a once vueltas y Bautista aguantó en cabeza, pero se jugó el final en un mano a mano con Lowes tras un toque que hizo volar a Locatelli. El británico, por fuera, sentenció un triunfo que le da el liderato y que pudo celebrar por 48 milésimas frente a Bautista para liderar un podio que cerró Petrucci tras otra maniobra agresiva frente a un Iannone que volvió a rozar el bronce.