Chasco en Charleroi
España cae ante Bélgica con unos inaceptables 53 puntos ● Prohibido fallar en la Ventana de noviembre
España se llevó un buen chasco en la decadente Charleroi, donde perdió contra Bélgica (58-53) en medio de una fiesta espectacular en el Dome de la decadente ciudad de Valonia, y sumó, unida a la de Letonia, su segunda derrota en el grupo C de la fase de clasificación para el Eurobasket. Con cero victorias, su clasificación para el evento, en el que defendería título, no debe correr riesgo porque se meten hasta los tres primeros, y la otra selección del grupo es Eslovaquia. Pero para una selección con la etiqueta de número dos del mundo, y en una Ventana en la que incluso había podido contar con jugadores de primer nivel, es un balance pobre. España, que terminó con unos pobrísimos 53 puntos, se marcha de esta Ventana de febrero avisada con vistas al Preolímpico de Valencia.
Bélgica y España tardaron en descorchar el partido. El parcial del primer cuarto (11-14) respondió a los bajísimos porcentajes de las dos selecciones (25% y 23%, respec- tivamente). Tan desacertados estuvieron que durante tres minutos completos el marcador no se movió del 9-9, al que se había llegado con los tres primeros puntos en el partido de Ricky. Como estaba previsto, Scariolo volvió a darle la camiseta de titular en su segundo encuentro después de un regreso que, como bien explicó el italiano tras el partido de Zaragoza, no es sólo de medio año, sino que se suma a lo poco que jugó Ricky después de la grave lesión de rodilla que sufrió en diciembre de 2021, y de la que no regresó hasta enero de 2023.
Retin Obasohan, ocho puntos seguidos, pareció solucionar los problemas de los leones belgas (sin bases generadores) en el principio del segundo cuarto. España, sin embargo, radicalizó su nivel defensivo y dejó a su rival en 19 puntos al descanso. Para encestar, se apoyó en la estatura de Sima, sin miedo ante Bako, y en unos tiros libres (tiró diez en el segundo cuarto) que, para lo justito que andaba el partido en términos anotadores, le permitieron abrir una pequeña brecha de siete puntos (19-26) en el descanso.
España no supo consolidar en el tercer cuarto la que parecía una sólida renta de diez tantos (20-30). Pese al buen trabajo de Pradilla, los triples de Gillet y la fuerza interior de Bako pusieron el partido en un puño (35-36). Scariolo, suspirando buena parte del encuentro, frunció el ceño y pidió tiempo muerto. Un triple de Brizuela no frenó a Bélgica, que llegó al final del tercer asalto en ventaja (40-39) y con el Dome de Charleroi echando humo con diez minutos por jugar.
España se fue hasta el 40-48 pero apareció Obasohan de nuevo. Un triple de Mwema empató el marcador (48-48). El partido viajó hasta los últimos cinco minutos y, al contrario que en Zaragoza, Ricky, con una leve sobrecarga en la rodilla derecha, se quedó en el banquillo. Scariolo se jugó la carta Brizuela, pero el colapso de España era definitivo. Bélgica le infligió una derrota de esas que atacan el prestigio. Un trompazo de esos que, por inesperados, te duelen más aunque tengan solución.