“El gesto de mandarnos ‘a Segunda’ estuvo feo”
Hugo Duro fue protagonista de la tangana del curso pasado con Vinicius. El getafense pasa página aunque no le gustó el deseo que dedicó el brasileño a Mestalla.
Hugo Duro (Getafe, 1999) será protagonista en el Valencia-Real Madrid. Con diez goles marcados alcanza su récord en Primera y es uno de los puntales del equipo de Baraja. El delantero, que está orgulloso de haber debutado en Champions con el Madrid, reflexiona sobre lo que pasó el año pasado en Mestalla y todo lo que sucedió después de ese polémico partido.
—Atraviesa la mejor racha goleadora desde que está en el Valencia: 10 tantos. ¿Está en su mejor momento? —Contento con este año de momento. Quedan partidos, creo que tengo que seguir, no me tengo que conformar. Después de un año difícil, he podido demostrar a la gente que puedo estar aquí.
—-¿Pero qué le ocurrió la temporada pasada?
—-Bueno, empecé bastante bien. La lesión me llega justo en el momento que el club firma a Cavani. Empieza a jugar él y a hacerlo bien. A mí me cuesta recuperar el tobillo más de lo que creía, estuve varios meses... Cuando me recupero bien del tobillo, hago buenos partidos, pero no meto gol... Son rachas de delantero que a lo mejor me pasa ahora y lo llevas mejor.
—-¿Qué pensaba en verano? —-Yo me lo tomé a lo personal. Pensaba: ‘He hecho un año que no he demostrado nada, no he demostrado que debo estar aquí’. La gente duda de tu rendimiento. El verano fue un reset. Todo el mundo empieza de cero: equipos, contador de goles, minutos, todo... —¿Tuvo que ayudarle un psicólogo?
—Bueno, me lo recomendó mi chica, que también es deportista y me dijo que me podía venir bien. No salía de ahí, no salía del bucle de todos los findes, al equipo le costaba ganar. Era como ‘otra vez que no podemos ganar, otra vez que yo no sumo al equipo’. Cuando acabó el año, lo celebré y lloré de alegría, de que acabara. Aunque suene mal, no quería jugar más.
—¿Cómo de diferente va a ser el partido del sábado?
—El Madrid ya no se jugaba la Liga. Entonces, entre un equipo que no se juega la Liga y otro equipo que se juega la vida, teníamos que demostrar que por lo menos queríamos ganar. Luego el partido fue como fue. El Madrid, excepto en los últimos 15 minutos, casi no tira a portería. Ahora es otro escenario. El Madrid todavía tiene que luchar por el título. Nosotros tenemos que luchar por lo nuestro, lo planteamos desde la ambición, desde la ilusión. —¿Qué reflexión saca de todo lo que sucedió?
—Al final lo que se me quedó es que lo que hagan tres bobos no refleja lo que es una sociedad. Yo leía comentarios de que Mestalla era racista; de que Valencia entera era racista; de que, incluso en algún periódico extranjero, España era racista. Pues obviamente no. Hay de todo. En este caso hubo tres imbéciles, que no tienen otro nombre, que ni reflejan cómo es Mestalla, ni Valencia, ni mucho menos España. Creo que somos una sociedad que obviamente acepta cualquier tipo de persona y que está orgullosa también de ellos y quiero que llegue el sábado para que la gente, de cualquier punto del mundo, vea que Mestalla sólo es un campo difícil para ganar en él y que aprieta a los rivales desde el respeto. —¿Qué pensó cuando, en la tangana, Vinicius le agredió, le expulsaron y después le quitaron la sanción?
—Al final se generó mucha tensión en ese partido y pasó lo de Vini. Hubo una tangana, yo intenté separar a Vinicius de Georgi (Mamardashvili). Igual no fueron las maneras. Luego
yo me vi y obviamente no te enorgulleces de eso. Ni mucho menos fue mi intención ni hacerle daño, ni nada, solamente quería separar, lo que pasa es que estaba con tanta tensión y rabia que no era capaz... y lo cogí así de mala manera. Obviamente, si no le pedí perdón, se lo pediré. Creo que Vini lo entendió... Bueno, a mí también me agarraban. Fue una tangana gorda, cosas de un partido de alta tensión y más en la situación en la que estábamos. Y si él cree o alguien cree que fui a hacer daño a un
compañero de profesión, pues se equivoca, no me conoce. Bueno, pasó eso, se giró y me dio, creo que por verse agarrado, de la tensión... Que luego se la quitaron (la roja), pues la verdad es que me da igual. —Lo que no le dio igual fue cuando se empezó a dirigir a toda la afición, mandándola a Segunda. Usted fue el primero que se lo recriminó.
—-Al final del partido se lo dije. Creo que dirigirse así a una afición rival, en un momento de tensión, está muy feo. Bueno, es como si él va perdiendo y alguien le hace algo, pues está feo. Creo que la mejor manera que tenía él de demostrar cualquier cosa es en el campo, no dirigirse ni a la afición ni a esa gente que lo está pasando mal. Porque él está muy bien, está muy a gusto, suelen ganar todos los partidos... Pero el resto tenemos que ganarnos el pan todos los días y defendemos lo nuestro con nuestras armas. Creo que en
Desahogo “Cuando acabó el año pasado, lloré y pensé que no quería jugar más”
Tangana “Cogí a Vini de mala manera, no me enorgullezco... Le pediré perdón”
Orgulloso “Cuando tenga hijos les diré que jugué la Champions con el Real Madrid”
ese momento se equivocó y espero que haya aprendido y que siga jugando como lo hace porque, a nivel futbolístico, es una maravilla.
—-¿Cómo se debe comportar este sábado todo el mundo? —Creo que todo el mundo lo tiene claro. Nos tenemos que comportar como cualquier partido. No por lo que pasó el año pasado, hay que cambiar. Creo que Valencia, Mestalla, los jugadores... Hemos demostrado toda nuestra vida que obviamente le respetamos en ese sentido y de lo único que se tiene que hablar es del tema futbolístico. La gente tiene que dejar de darle bola, de buscar polémica porque es feo para todos, para la afición, para los jugadores... Sobre todo, al final creo que se calienta de una manera que no se tiene que calentar, que lo único que tiene que haber es la tensión de ganar los tres puntos, de que cada uno busca su beneficio a nivel futbolístico. Cuando me meto en la prensa y veo cosas del año pasado, es que me quema un poco la sangre, porque lo único que hace es incendiar el partido, que no debe incendiarse desde ningún punto de vista. Que todo el mundo disfrutemos de dos equipazos, que lo están haciendo genial. —-¿Cómo fue el año que pasó en el Madrid?
—-Pasé un año superalegre, las cosas fueron bien, nos quedamos a las puertas del ascenso. Y a nivel personal, debutar en Champions es un logro, y hacerlo con el Madrid pues ya me dirás: el equipo que más Champions tiene, el equipo al que le tiene todo el mundo ese respeto. Yo conseguí jugar algunos minutos con ese equipo, miraba a mi alrededor los jugadores que tenía y flipaba. Fue un premio a ese año y un recuerdo muy bonito. Cuando tenga hijos les contaré que jugué Champions con el Madrid. Es un club muy grande y yo estuve allí y lo pude comprobar.