Último tren en Roma
Las opciones de Escocia de destronar a Irlanda, en juego ante Italia
El último tren que puede llevar a Escocia a su primer título en el Seis Naciones desde 1999 pasa hoy por el Estadio Olímpico de Roma. El Cardo debe salir de allí con el triunfo y el punto extra ofensivo para que su duelo ante Irlanda de la última jornada se convierta en una final. Eso, y que el Trébol no saque el mismo botín de Twickenham.
Seis puntos separan a ambos equipos tras los tres primeros partidos, así que una victoria irlandesa, independientemente de lo que haga Escocia, le pondría en chino la empresa a los de Gregor Townsend. Si el triunfo viene acompañado del bonus, matemáticamente Irlanda será campeona por segundo año consecutivo y en la última jornada tendrá en juego un segundo Grand Slam seguido que nadie consuma desde Inglaterra en 1991 y 1992. El preparador escocés no podrá contar con uno de sus hombres diferenciales en esta edición, el centro Sione Tuipulotu, lesionado. Su reemplazo será Cameron Redpath.
La pelea incluso podría abrirse a un tercero de imponerse Inglaterra, que incorpora a su XV a Feyi-Waboso, Alex Mitchell y George Martin. Sería matar dos pájaros de un tiro para los de Steve Borthwick, que se dejarían una puerta al título ligeramente abierta y de paso abortarían lo que puede acabar siendo su tercera edición seguida con menos de tres triunfos, algo inédito en este siglo.
En Francia las aguas bajan revueltas para un equipo que ha pasado de ser uno de los principales candidatos en el Mundial a una cuarta plaza con un triunfo tras tres encuentros y un afortunado empate ante Italia. Fabien Galthié, tozudo en un principio con su apuesta por Lucu y Jalibert en la bisagra, ha cedido a la presión. Le Garrec será el 9 en Gales y Ramos, cambio obligado por lesión del apertura del Burdeos, el 10. Aunque tienen cierta excusa en su remodelación, no les va mucho mejor a los galeses, cuya ominosa tarea para estos dos últimos compromisos es evitar un farolillo rojo que ahora mismo les acecha.