El eclipse de Ceballos
Desde su sorpresiva titularidad en Gran Canaria sólo ha jugado 7 minutos ● Una participación ínfima en nueve partidos
Ceballos atraviesa un momento delicado. No juega. Fue titular en Gran Canaria... y desapareció. Desde aquel inesperado once, cuando jugó antes que Modric, sólo ha disputado 7 minutos. 420 segundos en los últimos nueve partidos. No es un bache, ya es un pozo. Una situación delicadísima para un futbolista que este verano renovó hasta 2027, pero avanza marzo, es el segundo de la plantilla con menos minutos y Güler, farolillo rojo, va a más. Ceballos se ha vuelto invisible y eso, paradójicamente, salta a la vista de cualquiera.
Nunca había tenido una participación tan baja -estando disponible- durante un periodo de tiempo tan largo. Pues sí llegó a encadenar, por ejemplo, tres partidos sin minutos en septiembre de 2023, pero en el cuarto, cuando volvió, ya gozaba de media hora. Sin ser titular, pero contando. El problema de la situación actual es que no llega ni a eso: disputó 1 minuto en seis partidos. Está desaparecido.
El punto de inflexión fue aquel 27 de enero, ante Las Palmas: jugó 58’, hasta dejar su puesto a Valverde y no convenció. Sin apenas generar peligro, plano, pasando desapercibido... y eso, en su situación, es lo último que puede suceder.
Tras Gran Canaria desapareció: ni un solo minuto en el Coliseum, sólo 3’ frente al Atleti, agua ante Girona, en Leipzig y Vallecas, 1’ contra el Sevilla, sin oportunidades en Mestalla y, después, tampoco en la vuelta contra el Leipzig. Y de ahí, al reciente partido frente al Celta, donde hizo su entrada a falta de 3’. Ese es el resumen desde Gran Canaria. En total, sólo 7’.
Precisamente en ese paréntesis contra el Celta cogió un poco de aire: el gol de Güler nace de una asistencia sobresaliente por su parte. Su situación es insostenible a corto-medio plazo, tanto para el club, que lo tiene en estado de invisibilidad, como para el propio futbolista, sin opciones de brillar. Renovó hasta 2027, esbozando un “donde algunos lo ven difícil, otros buscamos la oportunidad”. Por ahora, gris.
Esperanza Su reciente asistencia a Güler es un brote verde entre nubarrones