Delante del espejo de Vinicius
hasta protagonizar un disparo desde 50 metros que se estrelló en el larguero de Sergio Herrera. “¿Que qué he sentido al ver el disparo? Bueno... (ríe). ¡Es que tiene un gran talento, sólo un gran talento puede visualizar algo así! No importa que no haya marcado, para nosotros es gol”, bromeó Ancelotti en rueda de prensa.
Güler va a más, ondeando la bandera de la meritocracia. Prácticamente nadie en el Real Madrid se explica que esté jugando tan poco y ante las preguntas de los medios de comunicación, Carletto repite aquello de que su problema es la enorme competencia, que para ponerlo debería quitar a alguien buenísimo. Que no es fácil. Pero si preguntas entre la afición, se señala el término medio: el reclamo no es que sea titular, sino que cuando salga, al menos, pueda disfrutar de más de seis minutos y medio. Porque ahí hay futbolista. Y para explotar, debe jugar. Su entorno le aconseja paciencia y trabajo. En otras palabras: resiliencia.
Hace algunas semanas floreció el debate sobre qué sería de él en el próximo mercado de verano... y el sentir se acercaba hacia buscarle una cesión. Una ventana que el propio futbolista, en el pasado julio, cerró a cal y canto: “Lo descarto”. Lo dijo en su presentación, sorprendiendo a todos, incluido el club.
Se quedó con la ambición de demostrar que estaba preparado y, aunque el camino lleva tiempo siendo pantanoso, Here Comes the Sun. Según ha podido saber AS, en estos momentos el club rechaza la posibilidad de que salga cedido el próximo verano. Se cuenta con él, se ve lo que es inevitable no ver. Güler, pese a llevar menos de 100 minutos, ilusiona. Se ha hecho fuerte en aquello de que ‘no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita’. Y sabe que lo suyo empieza a ser un clamor. Paciencia, trabajo y exprimir cada minuto. Pronto serán más de seis y medio. En el Madrid toman conciencia.
El caso de Güler es especial. Representa el gusto por lo prohibido. Como esa chica que nunca te hizo caso y te interesó cada vez más y más, el turco tiene a la hinchada del Madrid loca de entusiasmo. Casi nadie le ha visto jugar. Con la camiseta blanca, un par de ratos mal contados que él ha aprovechado de maravilla. Un buen gol ante el Celta saliendo en el descuento y un tirazo desde la medular, este contra Osasuna, que posó de manera magistral en el larguero... Lo que necesitaba para sacar cabeza.
Ancelotti “Sólo un gran talento puede hacer lo que él hace en el campo”
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