Quique señala el camino, Leo y Hernán lo ejecutan
Los goles llegaron en acciones trabajadas por la mañana
Dicen que se entrena como se juega y, aunque el talento de vez en cuando desbarata cualquier teoría, normalmente se cumple. Por la mañana, en Apeldoorn, algunos jugadores del Espanyol se habían quedado ensayando uno tras otro lanzamientos de falta, entre ellos Hernán Pérez, tan en estado de gracia como lo estuvo en la ejecución del 12 ya por la tarde-noche ante el Almere City. Pero es que a primera hora también habían insistido con las segundas jugadas. Y así llegó en el Yanmar Stadion el 0-1, el primer gol de Baptistao como perico. Quién sabe si en lugar de un entrenador, el Espanyol ha encontrado en Quique Sánchez Flores a un visionario. Lástima que la diana del Almere también llegase en una segunda jugada. En realidad, queda trabajo por hacer, especialmente defensivo. Bien lo sabe el técnico, quien antes del partido estuvo dialogando largo y tendido sobre el césped artificial con Ángel Gómez, director depor tivo.
El primer tanto sobrevino pronto, como el martes ante el Utrecht, pero esta vez fue a favor. Baptistao culminó una triangulación con Rubén Duarte y pase de la muerte de Jurado tras dos intentos de remate de Reyes y Víctor Sánchez. Empezó bien el Espanyol y lo confirmó después con peligrosos chuts del esperanzador Marc Roca, además de los propios Jurado (que obligó a lucirse a Kramer) y Baptistao (sociedad que, unida a Reyes, promete), pero en el 34’ llegó el 1-1: disparo desde fuera del área de Overtoom, desvío lateral de Pau y llegada desde atrás y en solitario de Ahannach, todo un incordio. A diferencia del primer encuentro, los pericos fueron de más a menos en un primer tiempo con Ciani y Sevilla de titulares.
En la reanudación, sin embargo, no comparecieron teóricos descartes (sí lo hizo más tarde Montañés, que envió un remate rozando el poste), y sí savia nueva como Piatti o Aarón. Y, pese a algunos desajustes y falta lógica de ritmo, siguió mostrando el Espanyol algunas incipientes señas de identidad de lo que debería ser la era Quique: presión alta, agresividad, salida con el balón y circulación fluida por bandas para no incurrir en atascos y facilitar el camino hacia el gol. Como el que atrás cortó providencial Ciani en un contragolpe por velocidad.
Por cierto, paradojas da la vida. En el Yanmar Stadion acaban de instalar el único sistema de cámaras automáticas e inteligentes de Holanda. Y eso, justo el día en que ningún canal televisó al Espanyol.
Progresión El 0-1, una segunda jugada, es el primer tanto perico de Baptistao