Mollema se quita el sabor amargo del Tour
Valverde acabó tercero y hubo homenaje a Purito
Bauke Mollema es un fenómeno. Se llevó la Clásica San Sebastián con una lección de estrategia, larvada de víspera en un entrenamiento en el que hizo la última subida dos veces y tres el descenso. Se sacó la espina de su desgraciado Tour, donde una caída le arruinó las opciones de podio. El holandés alcanzó en Donostia su primera victoria en el World Tour. Provocó la carcajada general: “Siempre he querido tener uno de esos sombreros vascos sobre mi cabeza”, aludió sobre la txapela.
Un latigazo de Purito en la dura subida por Murgil, con la afición volcada, encendió la mecha. Contador apenas se dejó ver. En una ascensión tan explosiva hay que reconocer el punto adecuado y el ciclista del Trek pulsó el botón correcto. Hizo un trabajo más progresivo y cuando vio el parón en el cruce para coger Igeldo, cambió el ritmo. Bajó a tumba abierta. Cogió unos metros que le dibujaron el escenario de la victoria. Valverde, Gallopin y Joaquim se vigilaban atrás, a una distancia estabilizada en los diez segundos. Bauke levantó los brazos en el Boulevard.
Purito vio que ya no había opciones y no disputó la segunda plaza. Prefirió disfrutar de esos metros y levantó la mano con el sentimiento a flor de piel para dejar caer el telón de su historia con las carreteras españolas. Sus padres e hijos estaban en la meta, donde recibió un homenaje. Segundo fue Gallopin y tercero Valverde, ambos a cinco segundos. Un nuevo cajón para el murciano, el cuarto seguido en la clásica, que ha ganado dos veces.
“He disfrutado mi última carrera en España”, afirmó Joaquim. Sin embargo, después mantuvo la incertidumbre sobre una posible participación en la Vuelta: “Veremos”. Le esperan los Juegos. Por otro lado, este mediodía tendrá lugar el 71º Circuito de Getxo, con Movistar, Lampre y Orica como cabezas de cartel.