Un mes y medio sin competir
Luis Milla cambiará el sistema e introducirá varios cambios en el once en el partido en el que se va a jugar su puesto. El técnico dejó entrever en su conferencia de prensa semanal que en Valladolid ordenará a su equipo en 4-4-2, con Casado como doble lateral izquierdo por delante de José Enrique -tal y como hacía con Fran e Isaac en la banda derecha-, y que Ratón tiene muchas posibilidades de relevar a Irureta en la portería. También comentó que espera tener totalmente recuperados a Ángel y Xumetra, mientras que no acabó de aclarar en qué posición alineará a Lanzarote.
Milla no es amigo de dar pistas, pero ha venido ensayando toda la semana con un nuevo dibujo y va a probarlo de verdad en el Nuevo Zorrilla, donde se enfrentará en la matinal de mañana a un examen final y donde sólo le valdrá ganar.
Milla mantuvo durante casi toda su comparecencia un discurso reflexivo y dialogante, sin querer entrar en su ultimátum, algo totalmente comprensible. Pero en un ejercicio muy típico del técnico que se siente verdaderamente amenazado pidió en un momento humildad al periodismo, poniendo como ejemplo a la afición de
La Romareda. Una vez más vuelve a equivocarse. Nadie le ha pedido que gane todos los partidos o que tenga al Zaragoza primero. Simplemente se espera que aporte soluciones y mejoras desde el banquillo y que su equipo compita en los partidos, algo que por desgracia no viene haciendo desde hace un mes y medio. Y eso lo ha visto también todo el zaragocismo. Una cosa es que no le silben y otra muy distinta que comprendan su labor como entrenador.