Arda Turan dirige una goleada al trote
El turco, que marcó tres tantos, participó en todos los goles el día que se estrenó Alcácer
Superó el Barcelona al Hércules por 7-0 logrando el pase a los octavos de final de la Copa en un ejercicio de superioridad incuestionable ejecutado por un conjunto forrado de secundarios liderados por un Arda Turan, que jugando al trote se bastó y sobró para liderar la goleada marcando tres goles y participando en los otros cuatro.
Con el tridente y Piqué liberados de servicio y Busquets, Alba, Roberto e Iniesta en el banquillo con cara de vacaciones, llegó la hora de los menos habituales, muy conscientes de que a la larga, la diferencia entre ambas plantillas se iba a ver reflejada en el marcador.
El Hércules, que salió muy digno, trató de repetir el plan que le salió de perlas al Alavés y al Málaga e incluso, por momentos, trató de presionar al Barcelona en la salida del balón, pero todo era cuestión de ver cuánto tardaba el equipo blaugrana en marcar el primer gol.
Llegó el primer tanto tras 37 minutos insulsos en los que, excepto Denis, nadie en el Barça aportaba un plus de calidad ni un cambio de ritmo. Tuvo que ser Digne el que, partiendo de fuera de juego, resolviera un lío en el área convirtiéndose así en el primer fichaje que anota un gol oficial este curso.
Ese gol, y el desgaste del Hércules, que se fue apagando físicamente, dejó campo libre a Arda, que aferrado a su técnica y jugando a un ritmo de paseo se hizo el dueño del partido. Tras asistir en el primer gol, provocó el penalti que Rakitic convirtió en el 2-0, hizo la jugada del 3-0 que culminó Rafinha y remató de cabeza el 4-0 a centro de Aleix. Luego inició la jugada del quinto que convirtió Alcácer, también en posición más que dudosa, y acabó el duelo marcando el sexto tras gran rechace de Iván y anotando el séptimo, un prodigio de golpeo por la escuadra, cerrando un partido muy efectivo y que cierra el año al alza, pero que a partir de ahora ya no podrá golear al ralentí. El 2017 será muy exigente.