Esteban “Soy un privilegiado y no me planteo la retirada”
A sus 41 años y casi seis meses, el abuelo del fútbol profesional se entrena con la ilusión de un cadete en el Oviedo. Esteban, portero sin DNI, aún no piensa en la retirada porque se considera un auténtico privilegiado.
➥ ¿Cómo va la temporada?
—Distinta, parecida a la primera temporada de Almería o como en Vigo, en un segundo plano. Después de aquellos momentos llegaron otros mejores y a eso te agarras. A esperar tu oportunidad y cuando la tengas, aprovecharla. —¿Se ve jugando algún partido?
—Sí, claro que sí. Es lo que me motiva: saber que en cualquier momento puedes entrar. Puede haber lesiones, expulsiones, decisiones técnicas… Lo que no perdonaría es no estar preparado. Juan Carlos está rindiendo muy bien, pero me veo ayudando. —¿Cómo ve al equipo? —Como a otros muchos: todos queremos más regularidad. Estamos a un nivel similar a otros doce equipos, con el playoff como objetivo. Quien más paciencia tenga y mejor sepa interpretar la situación triunfará al final. —¿Cómo se mantiene la ilusión para seguir jugando al fútbol con 41 años? —¡Haciendo algo que te gusta! Empecé en el fútbol sin que nadie me obligara, gratis. No lo veo como una obligación. —Hay futbolistas a los que no les gusta jugar...
—Es verdad, pero seguro que no llegan a los 41 años jugando. Yo he conocido a alguno, ¿eh? He tenido compañeros que estaban en esto porque era su medio de vida, te lo dicen claramente. Pero para ellos el fútbol se convierte en una carga, están deseando dejarlo.
—¿Y hasta cuándo?
—Pues no lo sé. Eso te lo marca el cuerpo y la ilusión que tengas. El otro día escuchaba la historia de Álvaro Domínguez, que con 27 años se ve obligado a dejarlo por lesiones, y te mueres de pena. Que te obliguen a dejarlo es duro. Yo no me planteo la retirada, soy un privilegiado.
—¿Su mujer no le dice que ya está bien?
—Qué va, al contrario. Lleva conmigo desde los 16 años, desde los campos de Tercera. Ahora estamos disfrutando los dos. Hemos hecho un equipo fuerte con nuestros hijos. La espina que tengo es que ellos no hayan nacido antes para vivir la época del Oviedo en Primera División. —¿Cómo ha cambiado el fútbol en estos veinte años? —Muchísimo. Recuerdo entrenar con el primer equipo y después con el filial. Y, entre medias, echar una siesta en el coche. Ahora hay chicos que dan entrevistas antes de debutar. Si lo gestionas bien no pasa nada, el problema es que te creas futbolista antes
Recuerdos Mi espina es que mis hijos no vieran al Oviedo en Primera”
de tiempo. Lo importante en el fútbol es 105x68.
—Un entrenador que le haya marcado…
—Luis Aragonés y Lucas Alcaraz. Luis era único. Sabía de fútbol un montón, pero además tenía mucha experiencia fuera. Me ayudó mucho. Me decía: cuidado con el dinero, cuidado con los amigos, cuidado con las compras… Siempre comentaba que el contrato más importante era el de la rubia. Se refería a la mujer. Usaba el palo y la zanahoria: Si necesitabas cariño te lo daba, pero también exigía. Me marcó.
—¿Y su mayor alegría?
—El ascenso con el Oviedo a Segunda, en el Carranza. Por cómo salió: fue como un guión que hubiera escrito antes. Vine con el objetivo de subir al equipo y lo logré. Eso en el fútbol es complicadísimo.
Aragonés Me decía: ‘Cuidado con el dinero, los amigos, las compras...”