Carta a los Reyes Magos
El año pasado acabó de la peor forma posible, con la cruel eliminación ante el Alcorcón. Una derrota que significa un fracaso dentro de este proyecto y que no tiene otro calificativo que éste. Reconocer los errores y dejar a un lado los eufemismos nos hará crecer. Sin embargo, estamos en fechas especiales. Día mágico, día de Reyes, día de ilusión, de sueños, de regalos y como todos aún conservamos parte de nuestra intrínseca niñez, voy a seguir haciendo, como de costumbre, mi carta a los Reyes Magos Blanquiazules. Deseo, que de una vez por todas, la entidad apueste por la profesionalización de sus estamentos y deje de lado esta sinrazón organizativa, este clientelismo, este desmadre que hace algunas décadas que seguimos arrastrando y que impiden nuestro crecimiento en todos los ámbitos.
Un deseo de cambio que va mucho más allá de las personas, refiriéndose a una necesidad de cambio de modelo de gestión, de manera de hacer, de proximidad empresarial a los socios, de conocimiento de las verdaderas necesidades intrínsecas que el club y, por extensión, sus socios, necesitan. Un club más próximo a los suyos y comandado en las áreas por gente profesional perica, savia nueva que sepa aportar nuevas visiones empresariales. Espero que, como cada 6 de enero, los Reyes Magos les traigan todo aquello que han pedido. Todos deseamos cosas distintas, pero en una cosa coincidimos seguro: deseamos grandes éxitos a nuestro querido Espanyol. Éxitos que deseamos que no tarden demasiado en llegar y que anhelamos con todas nuestras fuerzas. Que se cumplan los deseos.