El Sevilla, compuesto y sin Pareja
El Espanyol manejó la expulsión del central, a los 66 segundos, para romper su racha triunfal
Llegaba el Sevilla a Cornellà con la intención de asaltar el liderato de la Liga y se marchó tercero. La expulsión de Pareja, a los 66 segundos de encuentro, pesó mucho más que el mal de altura. Y lo aprovechó un Espanyol que no vuela a velocidad de crucero como los de Sampaoli, pero que va subiendo metro a metro, y que con 29 puntos merodea las opciones europeas.
Tuvo miga la primera jugada del partido. Por las dudas que genera el derribo de Pareja sobre Piatti, penalti y roja, y por sus connotaciones. Se marchó aplaudido el central, experico, y ejecutó el penalti, engañando a Sergio Rico, nada menos que una leyenda del sevillismo, Reyes, que pidió disculpas.
Pero, lejos de allanar el camino a los pericos, esa pronta expulsión no pareció afectar en exceso al Sevilla, hasta que el cansancio les fue pasando factura. A falta de superioridad física, se asociaron de maravilla Nzonzi, Franco Vázquez, Nasri y Jovetic, protagonistas todos ellos en la jugada del 1-1, en la que bailaron en baldosas hasta perforar la portería de Diego López. Precisamente esa insistencia a la hora de penetrar por el centro que tan bien les fue en la acción del gol acabó por perjudicarles el resto del partido.
Antes del descanso, y de que el Sevilla pudiera rearmarse, ya supo hacer valer el Espanyol su superioridad numérica. El vendaval perico se tradujo en el 2-1 justo en la última ocasión del primer tiempo, en un saque de falta lateral botado por Reyes y cabeceado por Marc Navarro, que lleva dos goles en otros tantos partidos de Primera, aun siendo lateral.
Ese gol resultó determinante para un Sevilla que, con diez, debía asumir riesgos. Y para un Espanyol gustoso de esperar y robar. Y de atacar a ráfagas. Como la del minuto 71. Reyes estrelló un balonazo en el larguero y, en la acción inmediatamente posterior, cabeceó a gol. La sentencia. A centro de Marc Navarro. Iluminado, como el Espanyol. El Sevilla ve la luz más tenue: perdió tras cinco victorias consecutivas.