Consuelo para Morata y minutos para Bale

Zidane se ahorra a titularísimos y Quique recupera a Piatti

Si el Shakhtar saca de pista al Celta en la Europa League, al Madrid le aguardan nueve partidos en los próximos 30 días. Son las cuentas de Zidane, que ha convertido el descanso en jugador número 12. Así que ante el Espanyol se ahorra a Ramos, Modric y Benzema, pilares de su proyecto, y también a Keylor Navas hasta que se airee el ambiente en el Bernabéu después de su error ante el Nápoles. En esto es mejor evitar los juicios rápidos.

Es partido para Morata, anunciado por el técnico en contra de la costumbre. Con Morata tiene una deuda Zidane porque existe una estruendosa desproporción entre sus dividendos y sus oportunidades. El decimonoveno jugador de la plantilla en minutos es el tercer goleador. Su papel es menguante, hasta el punto de que sólo ha jugado tres de los últimos nueve partidos de Liga, uno como titular. Conviene tenerle activo ante la poca fiabilidad de Benzema.

Cristiano, que ha metido once goles en sus últimos tres partidos ante el Espanyol, será representante único de la BBC,

Morata Es el 19º jugador de la plantilla en minutos y el tercer goleador

aunque Bale, ausente desde el 22 de noviembre, regresa y tendrá minutos. Se ha perdido 17 partidos desde entonces, tramo en el que el Madrid se apañó bien, pero llegado el tiempo de vida o muerte le necesita.

Isco, al que parecen haber retirado el pasaporte (sólo ha jugado un partido de Champions y sólo se ha perdido uno de Liga estando sano), se juega una plaza con Asensio, fuera de las dos últimas listas, y Kovacic repite en ese juego del croata por croata. El Espanyol asoma noveno, con pretensiones, con Quique, exmadridista, hijo de exmadridista y ahijado de Di Stéfano, con una buena mezcla de veteranos y canteranos (cuatro han debutado esta temporada) y con Piatti,

Se ha repuesto de una fisura craneal y es la principal amenaza perica. Siete goles y siete asistencias. Ha estado en 14 de los 29 tantos del equipo. A cambio se ha caído Marc Navarro, lateral relámpago, que metió dos goles en sus dos primeros partidos y al que el club renovó por vía de apremio. Le relevará Diego Reyes, un central. Por ahí se adivina una debilidad, Es partido sentimental también, con Casilla, Lucas, Diego López, Jurado o Reyes con recuerdos en ambos bandos. Una larga relación bilateral entre clubes que se apaga al menos dos veces al año.