El laboratorio del Mono añade el saque de centro
Gabi hizo de quarterback para cuatro receptores atléticos
El Atlético del Cholo incluyó en El Molinón el saque de centro en la producción exitosa de jugadas de estrategia. En 13 segundos el equipo desarrolló una jugada simple, pero elaborada que ponía, momentáneamente, al Atlético en ventaja y que sigue demostrando que no hay un resquicio futbolístico que no deje de aprovechar el cuerpo técnico colchonero.
El dúo Simeone-Mono Burgos, porque es el segundo entrenador quien dedica más tiempo a elaborar esta serie de recursos de estrategia, han dejado ya un buen ramillete de acciones identificativas y rentables. Así, primero fue ese córner al primer palo donde bien Tiago bien Miranda prolongaban. Se convirtió, por un periodo, casi en indefendible por más que los rivales lo conocían. Otra jugada de laboratorio que aún da réditos es la de la falta frontal al área, fuera del rango del disparo directo, que el volante manda a un costado del área donde preferentemente Godín, otro central, o incluso Fernando Torres invierten de cabeza al otro lado para buscar la sorpresa. El abanico no se agota y para la historia quedará aquel gol de Arda en O Dragao, rememorando aquella falta indirecta de Argentina en el Mundial del 98. Gabi hizo de Verón y Arda, de Zanetti para regalarle tres puntos al Atlético y romper un largo periodo de imbatibilidad de los Dragones en casa.
Faltas, córners, saque de centro y también de banda... A modo de catapulta, Simeone aprovechó la capacidad de Jesús Gámez para volver a explotar las jugadas de prolongación en el área. Málaga, Córdoba y Deportivo vieron cómo el Atlético les marcaba de esta manera.
En El Molinón los jugadores salieron listos para sorprender tras el descanso. Carrasco, Griezmann, Torres y Correa se apostaron en la divisoria. La regla permite ahora el saque directo hacia atrás y así lo hizo Griezmann para Gabi. En ese momento salieron los cuatro atacantes en frenética carrera hasta emparejarse con los cuatro defensas gijoneses, con Torres algo descolgado. Gabi entretuvo unos segundos hasta que sus compañeros, como receptores de fútbol americano, terminaron su ruta, y mandó hacia Torres, que ya atraía al central, una especie de Hail Mary.
El Niño peinó y a su espalda se abría el espacio que debía aprovechar Griezmann. El francés se había adelantado unos pasos, pero Carrasco era la segunda opción. El belga ganó a toda la defensa para rematar dos veces en el área. Pichu respondió a la primera, pero ya no pudo con la segunda ante la cara de impotencia de Rubí.
Ideas Córners al primer palo, la falta escorada, la de Arda en Oporto...
Recursos El saque de banda de Gámez fue otra arma que dio goles