El Valencia no es el que era en diciembre
Voro le ha dado paz y coherencia y Orellana, un plus de calidad
Mestalla no está aún para bromas. La temporada de los suyos está lejos de las expectativas. Pero al menos el Valencia ya respira y tras la victoria ante el Athletic afronta la visita del Madrid con un talante y un estado bien distinto al que habría tenido de no aplazarse el duelo por el Mundialito.
Se dice que los estados de ánimo influyen en un vestuario como las rachas a un delantero. El Valencia que recibe mañana en Mestalla al Real Madrid poco tiene que ver con el que era en diciembre. Ni por sensaciones ni tan siquiera en cuanto a nombres. No está el Valencia para sacar pecho por nada porque su temporada es de las peores de su historia, si bien, pensando solo en este duelo contra el Real Madrid, a priori no le vino mal que fuera aplazado por el Mundialito.
El partido debería haberse disputado el 18 de diciembre. Solo una semana después de que Cesare Prandelli señalara a sus futbolistas con lo de ‘fuori’. Eran tiempos en los que se aventuraba una revolución en enero. En los que piezas como Enzo o Parejo estaban en la casilla de salida. Con el italiano y García Pitarch en una guerra de ‘egos’. Con los Yomus esperando en Paterna la llegada del autobús tras la derrota en Anoeta. Era un Valencia que acumulaba 8 jornadas sin ganar, 43 encajando gol y que llevaba los mismos 12 puntos que Sporting (18º) y solo tres más que el Granada (19º). Un equipo que tenía en la enfermería a Garay, Mangala, Nani y Enzo.
Hoy, 66 días después, el Valencia es otro con Voro. Con él ha ganado tres de las últimas siete jornadas y empatado dos. Está a 7 puntos del descenso y entre medias ha colado a Leganés y Deportivo. Diego Alves dejó su portería a cero ante Villarreal, Betis y Athletic. Voro le ha dado tranquilidad y paz al vestuario. Coherencia al equipo. Mientras, Orellana y Zaza, los refuerzos invernales, un plus de calidad y alternativas tácticas en el caso del chileno; carácter y un gol el italiano.
Con Voro Tres triunfos, dos empates y tres de las últimas siete jornadas sin encajar gol