Al Madrid se le hizo tarde
Encajó dos goles en los primeros nueve minutos y no supo sobreponerse ● El Valencia aprovechó sus fichajes: marcaron Zaza y Orellana ● Varane, negado
Un Valencia de posguerra, reanimado por Voro, por Mestalla y por la presencia del Madrid, apretó la cabeza de la Liga. Un partido programado para diciembre y que fue empinándosele al equipo de Zidane con el paso de los meses y de los fichajes valencianistas. Zaza resultó una pesadilla, Varane un coladero y los dos goles que encajó Keylor en nueve minutos un entierro para el líder.
Todo tuvo un corte clásico y excesivo desde el comienzo. Como tantas veces, Mestalla encogió al Madrid; como tantas veces, Diego Alves se agrandó ante un rival de máximo nivel; como tantas veces, hubo bullicio en las áreas; como tantas veces, el partido fue por un lado y el resultado en dirección contraria. Porque al Madrid le resultó difícilmente explicable verse con dos goles en contra a los ocho minutos en un duelo en que ocupaba el centro de la escena. Entendió el compromiso como crucial para la Liga y se abalanzó sobre él sin reparar que este Valencia de Voro tiene otra piel.
Se descubrió en dos contras y el partido quedó fuera de su alcance. Ambas dejaron en mal lugar a Varane. En la primera, le dio a Zaza el metro que necesitaba para, de espaldas, enganchar la media vuelta soñada, al palo contrario y con potencia, que dejó de piedra a Navas. Un gol para el recuerdo, una obra de arte. En la segunda, con una pérdida en campo del Valencia que dejó a su equipo desvencijado en la contra. Nani, Zaza y Orellana (que ya le marcó al Madrid con el Celta en esta Liga) completaron el trabajo con precisión de cirujano y con Keylor un punto transparente.
Así se fabricó el Valencia el partido soñado, en el que fue subiendo peldaños gol a gol. Aún tuvo el Madrid 20 minutos de inercia, que le llevaron muy cerca del tanto. Una combinación Benzema-Cristiano-James acabó sacándola Munir, en la única contra que toleró el equipo de Voro, el antidepresivo del Valencia, en toda la primera parte. Un tirazo de Benzema también lo adivinó Diego Alves.
Pero en aquel Madrid dueño de la pelota asomaban varias patologías: la pérdida de peso de Modric, las dificultades para detener a un Valencia al galope, la falta de operatividad de Benzema, la poca aportación de un James