Un pichichi de plata con pasado en Cataluña
Sergio León, apodado ‘El Trepa’
No es muy común que un futbolista llegue a Primera División a los 27 años, pero la historia de Sergio León (Palma del Río, Córdoba, 1989) no ha sido la de un futbolista que lo haya tenido fácil. Criado en la cantera del Betis y curtido en Tercera y Segunda B, ha explotado este curso con Osasuna en la élite, revelándose como uno de los mejores delanteros nacionales del campeonato y un pilar de la esperanza rojilla para la permanencia. Mañana visita Cornellà.
Apodado El Trepa por herencia (su padre construyó hace ya muchos años una cabaña en un árbol y le apodaron el Trepacoco), Sergio León llegó a debutar en Segunda con el Betis de la mano de Víctor Fernández, quien no confió en él lo suficiente como para darle continuidad en el primer equipo. Menos aún lo hizo Oli, exfutbolista y técnico del filial bético por aquel entonces, que le abrió la puerta de salida. El Reus, en Tercera, le acogió encantado durante dos buenas temporadas en las que se reivindicó como lo que es: un delantero completo, de área pero con técnica, capaz de caer en bandas y, sobre todo, de buscarse la vida solo en punta. Tras esta experiencia firmó por el filial del Elche, fue cedido al Murcia (donde apenas jugó) y en verano de 2013 llegó a Llagostera. Su segunda experiencia en un conjunto catalán fue otra vez exitosa (fue de largo el mejor del equipo) y regresó al Elche, esta vez sí, para jugar en el primer equipo y convertirse en el Pichichi de Segunda. Este verano fue traspasado a Osasuna por 1’7 millones y su rendimiento está a la vista de todos. Con pasado en equipos catalanes, amenazará mañana a un Espanyol que nunca se interesó por ‘el Trepa’.
Cerca Las experiencias en Reus y Llagostera fueron muy provechosas