Un golazo de Borja frustra a un Reus de más a menos
Los catalanes pudieron sentenciar en la primera parte
EI Reus no pudo pasar ayer del empate ante un Oviedo que se rehízo tras una primera parte desastrosa. En ella el Reus fue netamente superior y mostró la mejor versión del equipo. El empate aleja al Reus de los puestos de playoff pero jugando como en los primeros 45 minutos pocos puntos se escaparán del Municipal.
El primer tiempo fue uno de los mejores que se le recuerdan al Reus en lo que llevamos de campeonato. Dominó el juego controlando el balón, prácticamente no cedió ocasiones en defensa y estuvo incisivo en ataque. Querol en el 11’ avisó a Juan Carlos pero fue Ramón Folch, al borde la media hora, quien anotó el primer tanto del partido: Benito, al primer toque, le dejó el balón franco y de cara en la frontal del área para que clavara un disparo imparable a la escuadra. El tanto animó más si cabe a un Reus que pudo marcar el segundo en el 34’. Querol probó una preciosa vaselina que Juan Carlos, más que atento, desvió. Guzzo remató el rechace pero Costas, bajo palos, despejó el balón.
Metamorfosis. Tras el descanso el partido siguió por la misma senda, con el Reus triangulando en la frontal del área e incluso permitiéndose combinaciones de tacón. Pese a ello, carentes de profundidad, no inquietaron a Juan Carlos que fue un espectador. Sin embargo, estos minutos fueron un espejismo. El Oviedo seguía atrás pero ya no sufría tanto, y en el momento menos esperado empató y se hizo amo y señor del partido. Christian Fernández percutió por banda izquierda poniendo un balón alto al punto de penalti y Borja Domínguez, colándose entre los centrales del Reus, empaló una volea imposible para Badia. Con el empate los nervios llegaron al Reus, no así a su banquillo, que dio entrada a Máyor para tratar de ganar el partido. Lo mismo hizo Hierro, dando entrada a Michu por Erice.
Fue el Oviedo quien más lo intentó hasta el final, mucho mejor posicionado en el campo y llegando a la meta de Badia. Sin embargo el Reus aguantó las acometidas, con balones colgados en contra.