Luis Enrique anuncia que se marcha en junio
El técnico lanzó la bomba por sorpresa tras golear al Sporting
La gran sorpresa de la jornada se dio en la sala de prensa del Camp Nou donde Luis Enrique anunció que deja el banquillo blaugrana a final de temporada. Dos minutos antes se lo había comunicado a unos jugadores estupefactos mientras la junta no daba crédito a lo que sucedía.
Imprevisible y fiel a su estilo, Luis Enrique lanzó la bomba más inesperada en la rueda de prensa posterior al partido ante su Sporting. Quizás ese detalle no sea casual. Sorprendiendo a sus jugadores, a los directivos, a los medios y a los aficionados, el mismo entrenador que 24 horas antes declaraba que se sentía pletórico anunciaba su marcha del Barça a final de temporada.
Sin un directivo a su lado, sin avisar, sin dar tiempo siquiera a que se filtrara la noticia, el asturiano entró en el vestuario, reunió a sus jugadores y les dijo claramente: “Voy a anunciar que me marcho”. Sin dar tiempo a la más mínima interacción, salió por la puerta de la caseta camino a la sala de prensa.
Sólo dos personas de su staff, Robert Moreno y Juan Carlos Unzué, estaban al tanto de lo que iba a pasar. Para el resto, de los utilleros a los jugadores fue una noticia impactante. Se quedaron de piedra. Que Luis Enrique no iba a seguir no era un hecho descabellado. Este diario publicó el pasado día 20 que el entrenador no iba a seguir, pero fiel a su libro de estilo, Luis Enrique jugó hasta el último momento al despiste.
Sin ir más lejos, el martes en la rueda de prensa previa al partido contra el Sporting cuando le preguntaron cómo se sentía respondió con una sonrisa de oreja a oreja: “Pletórico, estoy pletórico”.
La decisión del técnico deja en evidencia a la dirección de un club que desde el presidente Bartomeu, al director deportivo Robert Fernández, pasando por el plenipotenciario Albert Soler, director general de deportes profesionales, se habían hartado de repetir que “no hay plan B para sustituir a Luis Enrique, es nuestro entrenador favorito, queremos que siga y quedamos con él en que nos sentaríamos a hablar en abril”. Pues bien, el primer día de marzo el entrenador se adelantó a todos los acontecimientos y efectuó un golpe de teatro cuya repercusión está por ver. Por una parte, libera de tensión al equipo, pero por otra abre el debate sucesorio. Lo que está claro es que el asturiano aseguró que iba ser imprevisible y lo ha cumplido a rajatabla.
El equipo vuelve hoy a los entrenamientos para preparar el siguiente partido de Liga ante el Celta y el enorme reto en la Champions ante el PSG, donde el Barcelona parte con una desventaja de 4-0.
Será hoy cuando el técnico se reencuentre con unos jugadores que en las últimos días han abogado por su continuidad. Desde Piqué, que dijo aquello de “hemos olvidado que antes de Luis Enrique estábamos en la mierda absoluta” a Iniesta que afirmó que “lo mejor sería que el técnico renovara”.
Cada vez que le preguntaron al asturiano por las palabras de sus pupilos afirmaba que “no” escuchaba nada ni tenía “nada que decir”. Ahora, se tomará un año sabático.
Entró en el vestuario, reunió a sus jugadores y les dijo que no iba a seguir
Bartomeu no sabía nada, hace una semana dijo que se “reunirían en abril”