Superó su condena por evasión fiscal y regresó al Bayern por aclamación
Los socios le devolvieron la presidencia con el 95,8% de los votos
El Bayern no sería el club que es sin Uli Hoeness. El hoy presidente de la entidad bávara comenzó su etapa en el conjunto muniqués en 1970 como jugador y, tras colgar las botas habiendo conquistado títulos y gloria, inició su etapa con más relevancia para el club teutón, la de mánager. En 30 años al frente del Bayern saneó el club de sus amores, lo convirtió en una marca internacional y acabó como presidente y leyenda viva del club.
Pero es en 2014 cuando empieza la peor etapa de su vida, que incluso le obliga a darle la espalda al Bayern. En abril de ese año es condenado a tres años y seis meses de prisión por evadir 28,5 millones de euros del pago de impuestos, un delito que llega a sorprender después de sus declaraciones previas. En una entrevista concedida a AS en 2012, al ser preguntado por una frase suya (“Les sacamos de la mierda y los clubes españoles no pagan“), él contestó: “Lo dije al conocer la noticia de los 750 millones de euros de deuda con Hacienda de los clubes españoles. ¡No puedo entenderlo!”.
En febrero de 2016 quedó en libertad condicional, pagó su deuda con Hacienda y comenzó a preparar su retorno al Bayern, donde sigue contando con el apoyo de los socios. Finalmente decidió presentar su candidatura a la presidencia de la entidad, donde había sido suplido por Karl Hopfner, ex director financiero del club, y terminó volviendo a la cima del Bayern en noviembre de 2016 al ser elegido por abrumadora mayoría: la del 98,5 por ciento de los socios en la junta de accionistas de 2016.