Los Spurs destrozan en 24 minutos a unos Cavs irreconocibles
LeBron recibió un codazo de Lee
Siempre se habla del corazón del campeón, pero los Cavaliers parecen haber desaparecido de la faz de la tierra. Cuerpos que deambulan por un parqué NBA a altas horas de la madrugada española sin rumbo alguno. Cuerpos que persiguen sombras en un lado y que han perdido la chispa en el otro. En definitiva, un equipo que ahora mismo está muy lejos de los grandes de la Liga y a años luz de los increíbles (eternos) San Antonio Spurs. LeBron, Kyrie y compañía fueron siempre varios pasos por detrás en lo que podríamos bautizar como la enésima lección de El Álamo. Una auténtica paliza de principio a fin (103-74). Equipos que juegan, a día de hoy, en ligas diferentes.
Se veía venir. La defensa de los pequeños de los Cavs fue inexistente y entre eso y la falta de protección del aro, el batallón camaleónico de Popovich no tardó en reventar el marcador: 24 arriba en 24 minutos (40-64), con la línea del triple cerrada (2/15), la batalla de los detalles ganada (9-1 en las pérdidas) y el banquillo, liderado por un acertadísimo Pau Gasol (14 puntos, 2/2 en triples). Y lo que es peor, los campeones no fueron capaces de encontrar solución momentánea. No fueron mejores ni 20 segundos en todo el encuentro. Ni siquiera cuando los de Popovich se relajaron.
LeBron recibió un codazo de David Lee en el centro de la espalda a segundos del final del tercer cuarto. El alero hizo enseguida un gesto de dolor claro y acabó varios minutos tendido sobre el parqué. “Estoy bien”, dijo tras el choque. “Estaré listo para el siguiente partido”.