Otra bala de salvación
El Depor lo hará si gana a un Espanyol sin objetivos
Desde hace varias jornadas el Depor juega dos ligas: la propia y la de los errores ajenos. La semana pasada los rivales fallaron en tromba y el triunfo en El Sadar era la permanencia. Pero no, los de Mel sólo empataron (2-2). Ayer había una nueva bala, ajena en este caso, pero al Sporting se le dio por ganar y la agonía continúa. Para acabar con ella, el Depor tiene hoy un nuevo disparo: ganar al Espanyol. El empate, con el golaverage ganado a los asturianos, daría la permanencia virtual, pero quedará una combinación fatal si esto acaba con un triple empate junto al Leganés.
La calculadora perica está mucho más tranquila y saneada después de haber hecho los deberes hace tiempo. El sueño europeo voló la semana pasada en el derbi ante el Barça y jugará su primer partido sin objetivos claros con el aliciente máximo de cazar al Eibar.
La necesidad deportivista, las merecidas vacaciones espanyolistas, el hecho de jugar en Riazor y que todavía queden otras dos jornadas por delante, invitarían a la tranquilidad, pero en A Coruña nadie de fía. El Depor ha dado esta temporada demasiadas muestras de irregularidad, desconcentración y somnolencia como para que nadie se relaje, y menos ante un equipo tan sólido como el de Quique por mucho que ya no se juegue nada.
Ambiente incierto. No se trata de pesimismo, se trata de una afición intachable harta de tres temporadas consecutivas de sufrimiento y contadas alegrías. Riazor no dará la espalda al equipo y habrá una buena entrada. Otra cosa es cómo pueda reaccionar si las cosas se tuercen y, como últimamente, a los cinco minutos el Depor ya por detrás en el marcador.
En lo deportivo, Quique tiene problemas sin sus dos laterales titulares. Arriba, podría apostar por Gerard y Caicedo de inicio con Baptistao de refresco. Mel, que también tiene problemas en defensa, escapa de un partido con espacios y apostará por un trivote con el debut de titular de Ola John y el obligado de Monsalve como grandes novedades.