El Girona gana en casa y huele la Primera División
El Huesca seguirá en playoff pese a la ajustada derrota
El Girona tiene pie y medio en Primera tras romper su racha en casa e imponerse a un Huesca que le puso contra las cuerdas y que, pase lo que pase, seguirá en playoff. Fue un partido poco vistoso, por momentos bronco, y que, como muchos en esta categoría, se llevó el más listo.
En la primera parte pasó muy poco hasta el desmadre del tramo final. El Huesca arrancó dominador, mejor posicionado, el Girona paró el golpe y se hizo con la manija del partido superado el primer cuarto de hora.
Todo cambió, sin embargo, a partir de un error de la zaga visitante en una salida. Robó el balón Portu, se metió en el área y batió a Herrera (39’). En pleno desaguisado del Huesca, otro balón robado por Portu acabó en penalti sobre Sandaza que el toledano transformó. Parecía que el
Girona lo tenía cuesta abajo pero Samu Saiz acortó distancias con un trallazo lejano que encontró la escuadra en el 43’.
En la segunda parte, el Girona habría podido matar el partido pero acabó colgado del larguero. En el 56’, Portu intentó superar a Herrera con una vaselina cuando no había espacio tras una excelente dejada de Longo y, en el 60’, fue el italiano quien desperdició un mano a mano con Herrera en una contra tras una ley de la ventaja concedida por Pérez Montero.
Con el paso de los minutos, el Huesca se fue cada vez más arriba, no tuvo ocasiones clamorosas pero si logró atrincherar al Girona. Durante muchos minutos, el principal argumento local fue el balonazo. Hasta que entraron Granell y Borja García.
Aun así, Samu Saiz puso el miedo en el cuerpo a los locales con un disparo desde fuera del área que nadie tocó y que acabó con el balón en las manos de Bounou (73’) que, en el 89’, también atajó un remate de Íñigo López. Sandaza cerró el partido en el añadido cuando el Huesca ya estaba completamente volcado al ataque.
Sufrido Huesca les puso en problemas: acabaron colgados del larguero