El fin de una época, el comienzo de otra
La del miércoles fue una noche dura para los atléticos, otra de tantas. El eterno rival nos dejaba a las puertas de la gloria, y ya van cuatro seguidas. La ansiada orejona, acariciada en Bruselas, Lisboa y Milán, se escapa de nuevo.
Unos cuantos soñamos y otros tantos temieron la remontada. Incluso en el descanso algunos seguimos creyendo, inspirados en gestas como la final del Liverpool o el Barça este mismo año. Tuvo ocasiones el Atleti, pero no las aprovechó como el Real en la ida. Pero para la posteridad quedó un hecho histórico por encima de todo: el último partido europeo en el Vicente Calderón.
En el recuerdo la Intercontinental, el doblete, los dos años en el infierno, noches europeas contra Ajax, Barça, Bayern, Borussia, Chelsea, Juventus y Milán, héroes clásicos como Gárate y Luis, las galopadas de Futre, los córners de Pantic y los goles de Manolo, Kiko, Vieri o Caminero. Y quizás la mejor época, de la mano del Cholo, con una Liga y una Copa que nos dieron alas para soñar, jugando tres finales europeas en cuatro años con estrellas como Griezmann, Godín, Falcao y Costa y héroes de la casa como Torres, Koke, Gabi y Saúl.
Dentro de unos meses este templo del fútbol será carne de excavadora y la Ribera del Manzanares quedará huérfana. El Atlético vuelve al Metropolitano, de nombre Wanda esta vez, y el logo se moderniza junto con el estadio. Los ingresos serán mayores y con ellos la posibilidad de ganar más títulos. Lo que espero que no cambie nunca es el espíritu de lucha del equipo y la fidelidad de la afición, porque podemos estar orgullosos de ser como somos. El miércoles fue el fin de una época bonita, pero ya ha comenzado otra apasionante. Sigamos animando siempre con coraje y corazón. Eduardo Cerdán García
Madrid