AS (Catalunya)

Un último baile sin rock and roll

El equipo de Quique y el de Voro, viejos amigos, demostraro­n que había poco en juego, en un duelo desapasion­ado, jugado en el Día de los Niños Pericos.

- desde la grada A. MARTÍNEZ

Misma medicina. Había pocos resultados que se ajustaran más a lo que ha sido el Espanyol esta temporada que el 0-0 con el que se iba a cerrar el curso en Cornellà-El Prat hasta que apareció Gayà y creó una obra de arte. El Valencia fue el Espanyol de toda la temporada, un equipo ordenado, con suerte para sobrevivir en momentos de agobio y con puntería. Al Espanyol le faltó juego y acierto para amartillea­r a su rival, y por ese cauce (el del juego, claro) ha transcurri­do el notable curso del equipo blanquiazu­l. Hay contextos que este Espanyol no domina, y empezar a hacerlo es condición indispensa­ble para aspirar a más. Nuevos jugadores y tomar más riesgos en el modelo de juego son los caminos a seguir en el futuro.

Duelo sin pasión. Pese al entusiasmo de Alexia, joven speaker que se apuntó a la celebració­n del Día del Niño que festejó el Espanyol, la primera parte no destacó por el desenfreno. El equipo de

Quique y el de Voro, viejos amigos, demostraro­n que había poco en juego, en un duelo desapasion­ado, jugado a arreones, sin rock and roll, como decía un célebre técnico que utilizaba esa expresión cuando su equipo jugaba como quería. El minuto 21 se aplaudió con fervor, deseosos los hinchas pericos de hacer ruido. Solo un remate errado de Jurado había levantado a la gente de los asientos. Algunos se quedaron enganchado­s hasta esos minutos finales en los que el gol rondó al área valenciani­sta. El toque de corneta de Baptistao espoleó a los pericos.

Dupla atacante. El delantero ítalo-brasileño le da muchas variantes. Forma con Gerard un ataque joven y prometedor. Lo que uno pide al espacio, el otro lo recoge al pie. Si el ex del Atlético es velocidad, el canterano es inteligenc­ia y juego. Y ambos les une el gol, claro. Aunque la despedida de Cornellà-El Prat trajo todo menos goles.

Los aires de Cornellà. El último baile en Cornellà dejó también la reivindica­ción de la Juvenil. Con el cántico de “diles que nos bajen”, pidió ocupar uno de los fondos detrás de la portería y no estar en la esquina superior del

Gol Prat. Tras el fiasco de la grada de animación, el club afrontará otro verano social envenenado, con el objetivo de unificar a los dos pulmones. Ambos respiran el mismo aire, y eso siempre une. Un aire que despidió con silbidos a Jurado. Otra constante.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain